miércoles, 23 de abril de 2014

Obalo Crianza 2010

Bodegas Obalo se ha convertido en uno de los nuevos exponentes del buen vino en Rioja. Asentada en un terruño privilegiado de varias parcelas situadas entre la Sierra Cantabria y el río Ebro, perteneciente a la población de Ábalos, con cepas viejas y suelo pobre, la garantía de concentración y carácter en sus vinos es absoluta. A pesar de ser una bodega joven, dirigida por la también joven enóloga Susana Rodríguez, se ha erigido como cabeza visible de un proyecto a gran escala que está dando unos frutos espectaculares.

Y es que la bodega ha acabado convirtiéndose en un grupo empresarial, Avante Selecta, con representación en las mejores regiones vinícolas de nuestro país, con bodegas del nivel de Dominio de Atauta en Ribera del Duero, Viñas del Cénit en Zamora o Naia en Rueda, entre otras.

Obalo Crianza 2010 es un vino con marcado carácter, fruto de un terruño espectacular, con unas cepas de una media de edad de 40 años, que con los cuidados oportunos y una maduración del fruto llevada al límite, ofrece una concentración extraordinaria en la uva. Además ha pasado por una crianza de 12 meses en barricas de roble francés y americano de primera calidad que han acabado de redondear este monovarietal de la uva tempranillo.

A la vista muestra un color rojo púrpura, vivo, brillante, bien cubierto y con lágrima de densidad media-alta.

En nariz es expresivo, envolvente, con una componente alcohólica muy presente a pesar de la decantación previa, intensos tonos frutales a cerezas y otros más escondidos que nos aporta la madera como vainilla y coco y un toque final de mineralidad.

En boca presenta una entrada amplia y potente, fresca, con taninos suaves y algo licoroso, de nuevo la componente alcohólica haciendo de las suyas, que empieza a desaparecer al dejar reposar el vino en la copa al menos una hora. Importante presencia de fruta madura que poco a poco deriva en un buen final, persistente, con matices amargos que no molestan y una componente balsámica que te deja con ganas de más. En la retronasal asoma la madera aportando cuerpo y carácter.

En definitiva, recomiendo mucho este vino que además tiene un precio bastante ajustado (10€) pero con la premisa de guardarlo durante un par de añitos para que alcance su plenitud y nos entregue todos sus matices de una manera más amable. Los 14 grados y medio de alcohol me resultan demasiado para un vino de Rioja, me recuerda más a otros de Toro, como el Románico donde la tempranillo adopta un carácter similar. Marida bien con todo tipo de carnes rojas, guisos potentes y quesos bien curados. Mi calificación a este Obalo Crianza en su añada de 2010, a día de hoy y en espera de mejora por guarda en próximos años, es de un 90 sobre 100.

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