lunes, 28 de abril de 2014

Decálogo PERSONAL del buen enófilo


 A continuación detallo las que, para un servidor, y sin intención alguna de sentar cátedra, son las bases de mi forma de entender el vino y su cultura.


1- El vino no tiene fronteras o límites. A la hora de disfrutar del vino uno no debe acotar el campo de acción de su conocimiento a las clásicas denominaciones de origen Rioja o Ribera del Duero, por poner un ejemplo. Explorar y disfrutar de vinos de todas las regiones vinícolas de España, incluso del mundo, es una idea excelente. En cada denominación de origen dominan una serie de técnicas, o un tipo de uvas, que en otras no se dan de la misma manera. Eso también sucede a nivel estatal: la nebbiolo se da especialmente bien en el Piamonte italiano, la pinot noir en la Borgoña francesa, la syrah en Australia o en el valle del Ródano, la zinfandel en California, la furmint en Hungría, la malbec en el argentino estado de Mendoza...

2- Precio no es sinónimo de calidad. Normalmente cuando una bodega posee varios vinos, reserva para los más caros las uvas de mayor calidad, las que presentan mayor concentración, las que proceden de cepas más viejas...Pero no siempre los vinos más económicos son peores. Por diversos factores un enólogo puede lograr un producto más redondo con un vino que ha necesitado menos cuidados o cuya selección ha sido menos estricta. Esto es mucho más marcado cuando hablamos de vinos de diferentes bodegas o denominaciones. Por ejemplo, los Ribera del Duero suelen ser más caros en relación calidad-precio que un vino de la denominación de origen Campo de Borja, Cigales, o Jumilla, por poner algunos ejemplos. Hay factores como la relación oferta-demanda que muchas veces juegan en contra del consumidor. Ni que decir tiene que los vinos extranjeros muchas veces tienen cargas de aranceles aduaneros que acaban imponiendo un precio final mayor.

3- Madera, crianza o edad del vino no son sinónimo de calidad. Los enólogos suelen utilizar la crianza en madera para "redondear" sus vinos o aportarles una serie de características que puedan mejorarlos a su criterio. A veces esto se hace para corregir las aristas de algunos caldos jóvenes, demasiado ácidos, o astringentes, etc, además de para asegurar un mayor tiempo de guarda. Pero también muchas veces se utiliza para tapar defectos y, usada en exceso, da lugar a vinos vacíos de carga frutal, demasiado amaderados, con tonos muy tostados e incluso algo rancios. Obviamente bien utilizada nos entrega en ocasiones vinos excelentes, como también lo son muchos vinos que no han tenido crianza alguna. En cuanto a la edad del vino, todos tienen un proceso de evolución que llega, en un momento dado, a su punto de apogeo dando paso, a partir de aquí, a su decadencia. No guardes en exceso vinos jóvenes o con poca crianza porque cuando los tomes tendrás vinos picados en vez de un excelente producto.

4- Lo que no me gusta en mi plato no lo quiero en mi copa. No me gusta encontrar en mi copa olores o sabores a madera vieja, establo, cuero desgastado, neumático, alquitrán...Por raro que pueda parecer, si ves las notas de cata de algunos vinos, tarde o temprano te encontrarás con ello, así como al probar algún vino. Por eso es interesante conocer algo de lo que vamos a tomar antes de comprarlo para no encontrarnos con sorpresas desagradables. ¿te gustaría que alguien pusiera en tu plato una hez de caballo, un trozo de neumático o una viruta de madera podrida? Lo "normal" en un vino es recibir sensaciones frutales, si es tinto a fresas, cerezas, arándanos, frambuesas, etc, si es blanco a melocotón, albaricoque, pera, manzana, piña, plátano...curiosamente rara vez encontraréis sabor a uva. A esa base frutal se le van a añadir sabores o aromas procedentes de la maceración, de la crianza en madera, el tipo de suelo, periodo de maduración u otros factores que pueden dar notas especiadas, o a regaliz, vainilla, coco, lácteos, etc, pero no necesariamente a sabores u olores desagradables. Obviamente, como todo el texto, esto es un gusto personal, nada más.

5- Valdepeñas no existe. Puede parecer injusto (generalizar siempre lo es), pero el caso de la denominación de origen de Valdepeñas, desde hace tiempo, es bastante lamentable. A pesar de contar con una extensión de viñedos enorme y de tratarse de una tierra en la que el vino siempre ha sido protagonista de sus campos, es muy raro encontrar un ejemplo en esta región mínimamente notable. La mayoría de su producción es dedicada a vinos de mesa, incluso en botella, con precios bajos y fáciles de beber, que suelen enamorar a...los que no gustan del vino. Piensa que aunque tu presupuesto a la hora de comprar un vino sea bajo, hay suficientes propuestas en el mercado como para que un Valdepeñas de 3€ te parezca caro.

6- Visita bodegas y viñedos. Cuanto más cerca estés del lugar donde se gesta el vino, más fácil te resultará entender todo su proceso y se creará cierta empatía con la gente que dedica su vida a este bendito mundo. Aunque creas que no es fácil, vivas donde vivas seguro que tienes alguna bodega cerca, y muchas de ellas dan la oportunidad de visitarlas y participar en una cata de algunos de sus vinos. Será algo que, seguro, recordarás con mucho cariño.

7- Asiste a catas, fórmate, lee libros y, sobre todo, bebe vino. Asistir a catas te da una nueva dimensión del mundo del vino. Como en todo, una de las mejores maneras de aprender sobre algo es practicando con ello, más aún si estás asesorado por expertos. Además en las catas se suele crear un ambiente magnífico entre los asistentes, convirtiéndose en un evento social muy grato. De esta manera o leyendo libros especializados, blogs, escuchando programas de radio, etc, ampliarás tus conocimientos y conseguirás ver el vino de una forma muy diferente. Cuando profundizas en algo que te gusta, siempre se disfruta más. Y ojo, nadie nace sabiendo. Tengas un paladar muy fino o todo lo contrario, la única forma segura de aprender sobre vinos es bebiendo. MUCHOS. Eso sí, siempre con moderación. Una botella estándar de 75 cl es perfecta para dos personas que disfrutan una comida. Dosis superiores a esto no son recomendables y, si tienes que conducir, deja siempre la copa para otro momento.

8- Comparte el vino. Para disfrutar de un vino no es necesario estar acompañado, hay mil maneras de conservar un vino después de descorchar la botella, incluso varios días, pero siempre será mejor cuando lo compartes con tu pareja, familiares o amigos. Es algo muy especial y, si consigues crear cierto interés en ellos, se convertirá en una excusa de reunión perfecta. El vino es amigo de la socialización, es algo mágico que no merece quedarse exclusivamente en tu copa. Y por supuesto no solo es amigo de compañía humana, sino también gastronómica. El arte de maridar tus vinos favoritos con excelentes platos será algo que enriquecerá tus comidas o cenas de una manera notable.

9- Sé responsable con la conservación del vino. Intenta tener tus botellas en un ambiente con poca humedad, alejadas de la luz solar y, a ser posible, en posición horizontal. Lo ideal es conservar el vino en vinotecas refrigeradas, hay múltiples modelos en el mercado a precios muy asequibles, pero también se pueden conservar en el frigorífico sacándolos un tiempo antes del consumo, especialmente los vinos blancos y rosados, o en un mueble que cumpla lo anteriormente dicho en el caso de los tintos. Evita temperaturas muy altas, porque acelerarán la decadencia de tus vinos. A la hora de comprar exige también esa responsabilidad. Las mismas condiciones de conservación para un vino en tu casa deben ser las que encuentres en tu establecimiento habitual. Muchas veces nos llevamos desagradables sorpresas por el negligente cuidado de algunos establecimientos hacia sus vinos.

10- Bebe simplemente LO QUE TE GUSTE Y CÓMO TE GUSTE (aunque sea un Valdepeñas). Tu mejor crítico eres tú. Las guías o análisis de especialistas no son más que guías, no documentos irrebatibles en posesión de LA VERDAD ABSOLUTA. Ni Peñín, ni Parker, ni Rita la Cantaora. Si algo te gusta, ve a por ello, sin más. Y acompáñalo de lo que desees, las reglas están para saltárselas, si a ti te gusta tomar vinos tintos con pescado y blancos con carne, ¿por qué no vas a hacerlo? El vino es para disfrutarlo, no para examinarte, ni para seguir gustos de terceras personas. Gracias a esas guías descubrirás maravillosos vinos que, de otra forma, no habrías conocido. Pero si te entregas a esos criterios a pies juntillas, también perderás la oportunidad de probar vinos que te gusten a ti. Como ya he dicho antes, la única manera segura de crearte una buena lista de vinos que acompañen tus mejores momentos será probando muchos, sin complejos, hasta establecer tu propio criterio.

5 comentarios:

  1. Muy buena lista de recomendaciones. Me parece estupenda y coincides conmigo en que cualquier vino o licor, sienta mejor en buena compañía, una grata conversación y alguna "batallita perdida" por el camino.
    Me pierdo en este mundo. Como te dije hace unos días, mi padre es el "entendido" en vino de la familia. Tiene una pequeña bodega en el sótano donde conserva unas 200 botellas aproximadamente. Aunque la mayoría caen en mis manos y le doy mejor provecho que estar cogiendo polvo.
    Pero el fallo es que yo soy más de beberlo que de catarlos. Beber y olvidar. Sí es cierto que tengo mis preferencias, pero no siempre atino.
    Quisiera hacerte una pregunta. ¿Que vino, de los que venden habitualmente en el Mercadona (por ejemplo), de cualquier precio, es un buen tinto para disfrutar dentro de lo posible? (no hablo de precios, sino de calidad aceptable)
    Un abrazo!

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    1. Madre mía, tienes 200 vinazos al alcance de la mano y no te apasiona el vino??? Necesito fotos de esa vinoteca para tu gozo y disfrute (y mi envidia sana).

      De Mercadona te recomiendo dos: por 1,86€ tienes un vino joven que hace mi muy querida bodega Borsao de Campo de Borja, Aragón, en exclusiva para este supermercado, un monovarietal de garnacha llamado Garnacha Mítica. No existe nada mejor a ese precio. Por unos 6,5€ tienes el Marqués de Cáceres Crianza, un vinazo de la Rioja Alta con alma bordelesa, que si hubieras aparecido en la Retromadrid habrías disfrutado de lo lindo (no recuerdo las botellas que cayeron de este). Un abrazo y gracias por pasarte hermano!

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  2. Me parece estupendo q tengas esa opinión sobre el vino de valdepeñas y su denominación de origen. Yo como voy de vinillos a valdepeñas te puedo asegurar de que hay vinos muy buenos y tampoco es necesario pagar mucho dinero para conseguir un buen vino. Si me invitas a un vegasicilia o a un petrus yo encantadisima xo te aseguro que te va a salir bastante cara la broma pues mi gente incluida yo nos bebemos botella x cabeza.

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    1. Patry, gracias por pasarte y por dar tu opinión, bienvenida a este blog que no es otra cosa que un producto de mis sensaciones, subjetivas, sobre los vinos que tomo. Si te fijas bien en este blog la franja más habitual de vinos comentados es la que está por debajo de los 10€. Ya que me pides que te invite a algo económico, me acercaré a Mercadona y me haré con un par de cajas de Borsao Garnacha Mítica, a 1,86€ la botella y que, desde mi humilde punto de vista, le pega un repaso a toda la producción de Valdepeñas junta. Un saludo!

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    2. Bueno. .. para gustos los colores. Yo sinceramente recomiendo los siguientes vinos de valdepeñas: los llanos, aruspide, pata negra, vegaval plata (tintos) armonioso ylandó (blancos) todos de valdepeñas y siempre sin olvidar anhelo de moral de calatrava. Hay vinos mejores, pero estos vinos para mi gusto son bastante buenos me quedo cn ellos. un saludo

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