miércoles, 28 de mayo de 2014

Construcción de los artículos del blog (documentación, notas de cata, calificaciones...)


Con esta entrada quiero dejar claro mi modus operandi a la hora de gestionar un artículo de cualquiera de los vinos que analizo en el blog. Lejos de entradas mediatizadas o puntuaciones que atiendan a intereses comerciales, todos mis artículos surgen de mi propia experiencia con cada uno de los vinos, de manera honesta, reposada y absolutamente subjetiva.

Para documentar los datos que aporto sobre las bodegas, procesos de vinificación o variedades de uva utilizadas, entre otras cosas, recurro a las páginas web de las propias bodegas, en caso de que no las conozca de primera mano, o acudiendo a expertos contrastados. En caso de que surja cualquier tipo de duda con algún dato me pongo en contacto directo con las bodegas y, si se trata de vinos no españoles, con sus distribuidores.

Las imágenes están sacadas de internet y editadas por mí con Adobe Photoshop CS5. En caso de no encontrar imágenes adecuadas, hago todas las necesarias con mi propio equipo fotográfico y las vuelvo a retocar con el programa de edición antes mencionado, buscando elegancia y unidad estética para el blog.

Las notas de cata son EXCLUSIVAMENTE MÍAS. No utilizo ni guía ni apoyo en ningún lugar por lo que son producto de mi única y limitada experiencia. El vino, como cualquier otra cosa, es un mundo muy amplio y complejo y solo a base de experiencia mi vocabulario sensorial va creciendo, poco a poco, y voy aprendiendo a percibir olores y sabores que antes se escapaban a mi "radar". Las notas de cata de los vinos que analizo en el blog proceden de botellas que he probado en mi casa o en casas de amigos y familiares con una buena comida, reposadamente. Estas catas las hago casi en la totalidad de las ocasiones en copas bordelesas de la prestigiosa firma Schott Zwiesel cuyo vidrio es de excelente calidad y su diseño ayuda notablemente a apreciar los matices de cada vino. Nunca proceden de catas puras en otros lugares ya que en esos casos hay mil factores que pueden influir en la sensación final y la experiencia narrada puede ser poco fiable. Es decir, acudo habitualmente a catas, algunas de ellas en las que se analizan decenas de vinos, probando solo un poquito de cada uno, este tipo de catas me vienen muy bien para elegir o descartar futuras compras pero nunca para analizar un vino en el blog, ya que para eso necesito mucha mayor entrega al producto.

La forma que tengo de hacer la cata es la siguiente: antes de empezar a comer analizo el vino en todas sus fases, visual, olfativa y gustativa. Lo hago reposadamente y varias veces para captar todos los matices. Una vez tengo las notas de cata empiezo a comer y únicamente tras la experiencia completa doy mi calificación final. A veces incluso espero con el vino en la copa varias horas después de la comida para ver la evolución del mismo.

Para terminar, el tema de las calificaciones. Lo primero decir que JAMÁS deben ser tomadas como una verdad absoluta. Es, exclusivamente, MI VERDAD. El gusto de cada uno, el momento de tomar el vino, el maridaje, el estado de ánimo, el cuidado en la guarda de la botella y mil y un factores más condicionan la sensación final que percibimos de un vino, por lo cual, esta solo puede ser algo subjetivo. Se puede asumir como algo orientativo, más si coincidís con mis gustos, cada uno tenemos nuestras filias y fobias y cuanto más me leáis, más conoceréis las mías y podréis analizar si se ajustan o no a las vuestras. En cualquier caso, mi baremo de calificaciones se rige de la siguiente manera:

- 80 o inferior: vinos con defectos muy marcados, poco interesantes o recomendables, hay opciones mucho mejores en el mercado por ese precio.

- De 81 a 84: vinos reguleros, con defectos lo suficientemente apreciables como para no resultar la mejor opción de compra.

- De 85 a 87: vinos buenos a los que algunos pequeños matices les han impedido llegar más alto. Pueden ser recomendables cuidando siempre la mejor combinación.

- De 88 a 90: vinos notables, interesantes, aunque les falta algo más para llegar a ser memorables. A buen precio serán una excelente opción.

- De 91 a 95: vinos impecables, excelentes. Cuanto mayor sea la nota en este margen de puntuación, más complejo y memorable será el vino. Con 94 ó 95 estaría rozando la perfección.

- De 96 a 100: vinos espectaculares, memorables, únicos, experiencias inolvidables. Muy pocos vinos alcanzarán este nivel. Tampoco es necesario llegar a ello para disfrutar de grandes vinos, tened en cuenta que es muy probable que los que entren en este margen de puntuación serán muy exclusivos y caros, por lo que la relación calidad-precio puede caer en picado. Si veis un vino de menos de 30€ en este baremo lanzaros a por él como alma que lleva el diablo.

Espero, en definitiva, que esta pequeña entrada sirva a todos los que pasáis por estas páginas para entender mejor mi manera de analizar los vinos y así podáis sacar mayor partido a los contenidos del blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario