La bodega El Grifo, afincada en Lanzarote, es la más antigua de las Islas Canarias y de las diez más antiguas de España. El vino que os traigo hoy es un dulce procedente de una solera, realizado de manera absolutamente tradicional.
Se trata de un monovarietal de malvasía elaborado en forma de coupage procedente de diferentes añadas, a saber, 1956, 1970 y 1997, cuya vendimia se realizó cuando la fruta estaba muy madura y se la sometió a un ligero proceso de pasificación posterior. La fermentación se detuvo por adición de alcohol vínico manteniéndose permanentemente en barrica en crianza oxidativa. El cuidado de cada cepa en suelo volcánico convierte este viñedo en un superviviente titánico, en el fruto de un trabajo sumamente complejo y de dedicación absoluta.
Cuando tomas un sorbo de este vino sientes el peso de la Historia en tu boca, la tradición de los antiguos Canari del siglo XVII interpretada por una bodega casi legendaria. Vino de postre, de rato de lectura, de placer, en definitiva, la belleza de una copa de vino memorable. Su alto nivel alcohólico (17 grados) lo convierte en un vino de trago corto, relajado, un viaje en el tiempo con el presente en pausa.
A la vista presenta un color caramelo con ribete ámbar, poco cubierto y con lágrima densa y brillante.
En nariz se muestra intenso y algo añejo, potente. Entrega notas de uvas pasas, miel, caramelo tostado, barniz y natillas caseras.
En boca posee una entrada potente, emocionante, amplia, que envuelve todo el paladar, untuoso. Nos trae recuerdos de uvas pasas, fruta escarchada, caramelo y matices tostados presentando una muy buena acidez. La retronasal nos ofrece atisbos de piel de naranja, caramelo tostado y almendras. Final largo y buena persistencia.
Por unos 22€ (la botella de 37,5 cl.) podéis regalar a vuestros sentidos un pedazo de Historia, de tradición, de amor por una tierra y unos frutos capaces de haceros olvidar por unos segundos la realidad que os envuelve. Marida bien como vino de postre, acompañando a chocolates o frutos secos aunque es un fiel compañero en soledad. Mi calificación para este El Grifo Canari en su coupage procedente de las añadas de 1956, 1970 y 1997 es de un 95 sobre 100.
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