Francia, así como España, está lleno de buenas propuestas vinícolas en toda su extensión geográfica. No es la primera vez que traigo a estas páginas un vino procedente del sur del país vecino, en este caso de la apelación Côtes de Castillon, que por intereses comerciales ha pasado a llamarse en los últimos años Côtes de Bourdeaux, por su proximidad a la mítica región vinícola francesa.
En este caso, la unión de experiencia y apuesta por un terroir diferente, llevaron a Jean-Patrick Meyrignac y a su mujer, enóloga de profesión, Pilar Albà, a hacerse con unas excelentes fincas con orientación sur- suroeste asentadas sobre suelos arcillo- calcáreos en superficie con un subsuelo de piedra caliza que permiten el desarrollo de la uva con una maduración adecuada y una selección del fruto totalmente manual. Hasta el punto que a partir de la cosecha de 2012 etiquetarán sus vinos bajo la calificación de vino ecológico.
El que os traigo hoy es un assemblage de merlot (72%), cabernet franc (26%) y cabernet sauvignon (2%), procedente de cepas con 45 años de edad en el caso de las cabernet y 37 para la merlot, recibiendo una crianza de 12 meses en barricas de roble francés, nuevas en un 30%. Se muestra como un vino equilibrado y fácil de beber, con una baja graduación alcohólica (solo 13 grados) que lo convierten en un compañero ideal ante cualquier propuesta gastronómica.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, poco cubierto y con lágrima de media densidad muy brillante.
En nariz se muestra fresco y complejo, aunque poco intenso. Entrega notas de flores blancas como el azahar, regaliz, fresas y frambuesas con una marcada mineralidad.
En boca posee una entrada amable, sedosa, con unos taninos maduros. Es un vino fino y elegante. Nos trae recuerdos de cerezas, guindas y buena madera con un matiz especiado, dejando un ligero amargor final. La retronasal nos ofrece fruta madura, roble y eucalipto, matices que dan paso a un final largo y una buena persistencia.
Por 19€ en la vinoteca Oh Delice! (que estrenan nuevo espacio y página web) podéis disfrutar de un vino fresco y diferente, muy agradable en boca y con una evolución en copa muy interesante. Marida bien con ensaladas, pastas, carnes blancas y pescados a la plancha. Mi calificación para este Château Albà en su añada de 2007 es de un 90 sobre 100.
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