Hace poco me recomendaron en una vinoteca el vino que os presento hoy. Andaba buscando algún monovarietal de syrah, que en España es una variedad que no prolifera demasiado con buenos resultados, suele dar mejores frutos en Francia o Australia, y me encontré con este Tierra Rubia del que lo primero que llama la atención es la botella, cuanto menos, poco ortodoxa.
La siguiente cosa que me llamó la atención fue la denominación de origen del vino en cuestión: Mondéjar. Afincada en la provincia de Guadalajara, se trata de una jovencísima denominación, que data de 1996, y para la que solo producen vinos de calidad dos bodegas. Una de ellas, de la que procede el vino analizado, es Bodegas Mariscal, cuya creación data de 1913, dedicada principalmente a vinos de mesa, hasta que en los últimos años han ido aportando también vinos de calidad.
Este Tierrra Rubia tocó el cielo con las manos al recibir el Bacchus de Oro por su añada de 2004 en la categoría de vino joven en contacto con madera. Una vez probado es algo que no deja de sorprenderme porque, si bien el vino no es malo, dista mucho de ser interesante o lo suficientemente complejo para recibir tan magno premio, siempre teniendo en cuenta que la añada que yo he probado no es la premiada. Además es un vino caro para su calidad (entre 10 y 13€) y nada fácil de encontrar ya que ha tenido una producción de tan solo 3000 botellas.
Se trata, como he dicho, de un monovarietal de syrah procedente de viñedos propios de la bodega (que curiosamente solo planta un 5% de los mismos con esta variedad), que ha tenido un breve paso por barricas de roble antes de pasar a ser embotellado.
A la vista presenta un intenso color granate con ribete rubí, poco cubierto y con lágrima de poca densidad.
En nariz es poco intenso y complejo, con notas frutales a frambuesas y arándanos y un pequeño fondo a madera.
En boca tiene una entrada agradable, con taninos maduros, buena acidez, cierta frutosidad y con un marcado matiz especiado. Vuelve a ser poco intenso, demasiado fácil de beber. La retronasal está dominada por notas especiadas, madera y regaliz. Final algo vacuo y con poca persistencia.
Un vino fácil para los no muy aficionados al vino, marida bien con aperitivos, ensaladas y carnes blancas. Lo cierto es que esperaba mucho más de este syrah, más si cabe teniendo en cuenta que por menos dinero hay propuestas mucho más interesantes en el mercado como por ejemplo el Finca Antigua, también de tierras manchegas. Mi calificación, por tanto, para este Tierra Rubia en su añada de 2006 es de un 85 sobre 100.
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