Una de las acepciones que ofrece el diccionario de la R.A.E. para la palabra armonía versa lo siguiente: "Conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras". La región del Empordà o Ampurdán se caracteriza por una enorme variedad de suelos, de espacios geológicos minerales tan diferentes y diversos que la hacen una denominación única en la vinificación española. Se trata de la esquina noreste de la península, en plena provincia de Gerona, y ofrece unos vinos maravillosamente característicos, como todos los que se crean en Cataluña.
La reconocida bodega Castillo de Perelada hace oficio y virtud de esta diversidad para entregarnos una de sus mejores creaciones: Castillo de Perelada 5 Fincas. Este vino nace con la intención de crear una armonía perfecta entre diferentes variedades de uva procedentes de cinco fincas diferentes en cuanto a suelos y clima que aportan una complejidad sorprendente en un vino que se mantiene en la barrera de los 10€.
En la añada de 2005 las uvas empleadas fueron merlot en un 40%, garnacha en un 20%, 15% cabernet sauvignon, 15% syrah, 5% tempranillo y 5% cabernet franc. Parece increíble cómo un coupage de 6 uvas procedentes de 5 fincas diferentes, con suelos absolutamente distintos, han podido crear un vino tan equilibrado y disfrutable.
A esa complejidad varietal se le añadió una crianza en barricas de roble, mitad francés Allier y mitad americano de tipo fino durante 19 meses para redondear un producto único.
A la vista presenta un color granate con ribete ligeramente anaranjado, media cobertura y lágrima de media densidad, muy transparente.
En nariz presenta una intensidad media, con protagonismo evidente para la fruta madura, tonos florales, dulce de leche, matices avainillados y una ligera nota a coco.
En boca tiene una entrada fresca, mineral, muy armoniosa, con ácidos muy evidentes y equilibrados, gran profundidad y complejidad para un vino de su gama de precio. Afrutado con taninos maduros, presenta un final largo con persistencia media.
Un vino impecable, sorprendente que en su línea de precio haya algo tan complejo y bien hecho, fácil de beber y con un sentido del equilibrio único. Se puede maridar casi con cualquier cosa, con prioridad para las carnes, quesos y foie. Un vino absolutamente necesario en cualquier vinoteca que se precie.
Solo un apunte: la añada analizada es la de 2005, cada año se hace este vino con un coupage diferente manteniendo el criterio del enólogo. Ahora mismo está a la venta la añada de 2010, a la cual le recomiendo algo de reposo en botella. Este vino, como buen reserva, a partir de los ocho años entrega todo su potencial. Dicho esto, mi calificación para este Castillo de Perelada 5 Fincas Reserva en su añada de 2005 es de un 93 sobre 100.
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