Qué mejor manera de traer al blog el primer vino de la Ribera del Duero que con una creación del grandísimo enólogo danés Peter Sisseck. El año que viene se cumplirán 20 años desde que el señor Sisseck creó la bodega Pingus con la intención de ofrecer en España vinos muy especiales, como el calificó, de garage, que fueran fiel representante del terruño al que pertenecen y que mostraran una concentración y personalidad sin precedentes basadas en una vinificación clásica de uvas procedentes de cepas muy viejas.
No hay que negarle que los resultados le avalan, el crítico internacional Robert Parker ha bendecido varios de sus vinos con los míticos 100 puntos y su vino principal, Dominio de Pingus, aún cotizándose por encima de los 1000€ por botella, tiene vendida toda la producción cuando aún se encuentra en barrica. A día de hoy, el vino más caro de nuestro país.
Posteriormente Sisseck creó dos nuevos vinos más al alcance de todo el mundo, sin dejar de ser muy elitistas, Flor de Pingus (unos 95€ la botella) y el que hoy nos ocupa que se mueve en torno a los 30€. Monovarietal de la uva autóctona tempranillo, Pingus PSI es un vino fresco, menos profundo pero más frutal que sus "hermanos mayores" y buen reflejo de lo que puede aportar su denominación de origen.
A la vista se muestra de un color rojo intenso, con cuerpo de cobertura media-alta y lágrima poco densa, brillante y muy limpio.
En nariz es extraordinariamente frutal, con intensas notas a moras, cerezas y frambuesas dejando en un segundo lugar pequeños matices lácteos, a chocolate blanco y queso mascarpone.
En boca es redondo, impecable, de nuevo aparece la fruta roja con gran intensidad, y tonos ácidos que aportan frescura. Presenta unos taninos maduros y ciertas notas minerales con una persistencia media.
En definitiva, un producto digno de su creador, un vino fresco y rotundo, donde los 18 meses en barrica de roble francés han servido para redondear su poder tánico y aportar tonos lácteos y avainillados que resultan muy agradables en boca. Ideal para maridar con quesos de media y alta curación, guisos contundentes y carnes rojas, así como caza. Precisa de una hora aproximada de decantación previa al consumo para que muestre todos sus matices. Otro gran vino de la Ribera del Duero que me tiene enamorado desde hace tiempo es el magnífico crianza del Dominio de Atauta, Parada de Atauta, cuya calidad (a unos más asequibles 18€) poco tiene que envidiar al vino de Peter Sisseck. Mi calificación a Pingus PSI en su añada de 2010 es de 94 sobre 100.
No hay comentarios:
Publicar un comentario