No soy muy fan de las grandes bodegas o, más bien, de las grandes empresas en torno al vino. Vicente Gandía es una de esas grandes empresas españolas, más concretamente valenciana, con bodegas distribuídas por toda la piel de toro, Rías Baixas, Rueda, Rioja, Ribera del Duero, Valencia...creando todo tipo de vinos tanto coupages, como monovarietales, tintos, rosados, blancos e incluso espumosos. Es la típica empresa que crea vinos con buena relación calidad precio, pero sin caldos punteros en ninguna de las denominaciones.
Debido a que unos buenos amigos valencianos nos hablaron de las bodegas que tenía Vicente Gandía en su tierra natal, decidí buscar el producto más auténtico, trabajado y representante de su tierra que pudiera encontrar. Y ese no es otro que este BO Bobal Único, de la próspera D.O. de Utiel-Requena, que por unos 10€ entrega un monovarietal de la uva autóctona bobal que, a pesar de su poca raigambre fuera de su tierra es, a día de hoy, la segunda uva más plantada en nuestro país. Una uva que hasta hace poco se empleaba básicamente para vinos de mesa, suele presentar una marcada acidez y un hollejo grueso y resistente que suele entregar unos taninos notables.
En el caso del vino que paso a describir, hay que apuntar que ha sido creado para conmemorar los 125 años de historia de la empresa, con una selección de uvas hecha a mano, cuya corta crianza de 9 meses en roble francés ha sido elaborada en 125 únicas y seleccionadas barricas.
A la vista presenta un color rojo rubí, brillante y de poca densidad, con una lágrima igualmente de densidad media-baja.
En nariz se muestra fresco y poco complejo con notas a fresa y hierbas de campo, algo especiado con matices a pimienta.
En boca es fresco con una rotunda y buena acidez y unos taninos sumamente sedosos, eso sí, con poco cuerpo y poca persistencia, fácil de beber. Tonos frutales y a madera presentando en la retronasal matices especiados.
En definitiva, un vino ideal para los que se inician en este mundo, no necesita decantación, se muestra agradable de beber y muy fresco, ideal para compartir con aperitivos, ensaladas o quesos poco curados y mantecosos. Si quieren probar un monovarietal de bobal con más presencia, cuerpo y complejidad tienen por unos 25€ Finca Terrerazo de Bodegas Mustiguillo, una joya con filosofía y denominación de pago. Mi calificación a BO Bobal Único en su añada de 2011 es de un 86 sobre 100.
Lo flipo en colores con la cantidad de notas de sabor y olor que le sacas al vino macho. Mi padre es de esa clase de gente que disfruta del vino... yo soy de esa clase de gente que se lo bebe antes de disfrutarlo. No obstante he "heredado" cierto regusto por el caldo y soy ciertamente un "bicho raro" en mi ambiente. Saliéndome de los típicos Estola o Faustinos y Paterninas, un vino que siempre me ha gustado es el Moraza. Marques de Caceres y, en menor medida Barón de Bonaira (y por ende Flor de Bonaira). Algún Protos ha caído en el cielo de mi boca, pero vamos... como siempre digo, yo soy más de beberlo que de degustarlo. No entiendo de tecnicismos... entiendo de pillarme una botella, buena compañía y levantar el codo a la salud del que se precie.
ResponderEliminarPero lo tuyo es un arte Alvaro. Un día me dará por analizar Ron (la única bebida de la cual puedo sacarle todos los detalles al paladar y el olor). Como pasar de "Baraguá de 4 euros a Matusalem" en solo 10 pasos. O "Guia del bebedor de Ron: Sobrevivir con marcas blancas de supermercado" XDDDD
Un abrazo y otro blog que se suma a los dos anteriores.
A mi también me cuesta mucho sacarle matices al vino, es algo que poco a poco vas consiguiendo a base de beber y leyendo, aprendiendo de todas las maneras a tu disposición. El mundo del vino es amplísimo y el margen de aprendizaje es inmenso, hacen falta años y mucha pasión para empezar a dominarlo, yo soy un simple neófito, con muchas ganas, eso seguro. gracias como siempre por estar por aquí, es un lujo contar contigo una vez más, besos y abrazos!!!
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