Resulta sorprendente que a día de hoy aún no hubiera muestras de vinos de la variedad pinot noir en este blog. Esto es algo que va a ser solucionado a lo largo de esta semana, con vinos de Borgoña e incluso alguno español, que servirán de entrenamiento para la excelente cata que disfrutaré en Oh Delice! el próximo sábado.
Mi interés por esta variedad surge, como para muchos, a partir de la difusión de la película Sideways (que recibió en nuestro país el título "Entre copas"). Además de las virtudes propias de la oscarizada película, se convirtió en un referente para todos los aficionados al vino, hasta el punto de lograr a nivel mundial un auge espectacular de ventas en los vinos procedentes de pinot noir, así como una bajada en los vinificados a partir de la variedad merlot. Aviso a navegantes: la película es una maravilla pero su credo vitivinícola está lleno de incongruencias (hasta el punto de que la joya de la colección de vinos del protagonista, un Chateau Cheval Blanc de 1961, está hecho a partir de dos variedades de uva que supuestamente detesta: merlot y cabernet franc).
Dicho esto, quiero apuntar que la pinot noir se caracteriza por ser una uva muy delicada cuyo desarrollo pleno solo se da en lugares muy concretos del planeta. Los de mayor calidad, por tradición y expresión, han sido los de la Borgoña francesa. Pero también se ven buenas muestras en zonas muy concretas de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y California. El vino que hoy analizo es un joven Borgoña procedente de los prestigiosos viñedos de Louis Latour. Este vigneron francés, posee la mayor cantidad de hectáreas de viñedo con la apelación de Premier y Grand Cru de toda la Borgoña. En cambio este Cuvée Latour se vinifica a partir de uvas de menor calidad de estos mismos viñedos, además de una selección de uvas de mayor calidad de Santenay y Auxey- Duresses. El resultado es el de un vino correcto, interesante como iniciación a los Borgoña, que es fácil de encontrar por unos ajustados 14€.
A la vista presenta un color cereza con ribete rosado, muy poco cubierto y con lágrima brillante y de media densidad.
En nariz muestra notas de cerezas, guindas y grosellas, con matices a cuero mojado y alquitrán. Mineralidad.
En boca posee una entrada amable, con marcada acidez y unos taninos maduros. Como buen Borgoña es muy sutil, elegante y con buen equilibrio. Entrega notas de dulce de membrillo y cerezas maduras. No muestra complejidad ni excesiva intensidad. Fruta madura en la retronasal da paso a un final algo corto y de media persistencia.
Vino sencillo, modesto, pero con oficio, que será buen acompañante de pastas, carnes blancas y guisos de cordero. Aunque el precio de los grandes Borgoña suele ser muy alto, es bueno iniciarse con un vino de este tipo para saber si merecerá la pena seguir investigando en los placeres de la pinot noir. Mi calificación para este Bourgogne Cuvée Latour en su añada de 2012 es de un 87 sobre 100.
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