Volvemos a la sierra de Gredos madrileña para hacer patria con una garnacha de las nuestras, bien hecha y bien presentada. Asentada en la población de San Martín de Valdeiglesias, Las Moradas fue una de las primeras bodegas en apostar por esta variedad de uva en nuestra región para la elaboración de vinos de calidad.
Initio así lo muestra, no siendo el vino de mayor prestancia de la bodega, presenta un nivel de calidad y una garantía de guarda en botella poco común para estos vinos. La botella analizada roza los 8 años y aún así mostraba todas las virtudes varietales de la garnacha sin haber perdido un ápice de equilibrio y frescura. Un equilibrio difícil de mantener en un vino que roza los 15 grados de alcohol.
Se trata de un monovarietal de garnacha que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés antes de vestirse con una elegante botella bordelesa.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, bien cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz se muestra perfumado de flores blancas como el azahar, fresco y mineral. También se aprecian notas de fresones, hierbas de monte y pimienta.
En boca posee una entrada amplia y potente, con unos taninos maduros. Muestra una ligera astringencia y una marcada mineralidad propia de el suelo del que procede. Entrega notas de regaliz y confitura de moras adornándose en la retronasal con cuero, madera húmeda y matices tostados. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 12€ podemos disfrutar de otra buena garnacha madrileña, con la misma frescura y mineralidad de otras que han pasado por aquí pero con un potencial de guarda más que interesante. Marida bien con aves grasas, callos o un buen cocido madrileño. Mi calificación para este Las Moradas de San Martín Initio en su añada de 2007 es de un 90 sobre 100.
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