A pesar de que Bodegas Enate tenga más que demostrada la calidad en sus vinos, con especial mención a su tinto monovarietal de merlot y a su rosado, la primera vez que vi este Enate Tapas en la estantería de una vinoteca temí estar delante del típico caso de vino sencillote de firma de calidad, algo así como un vino "de iniciación". Pero nada más lejos de ello, bendita iniciación, parece mentira que en un precio tan ajustado se contenga un vino joven tan brillante.
Os hablo de un coupage fundamentalmente de tempranillo pero que completa su expresión con algo de cabernet sauvignon y merlot que terminan de redondear este Somontano, denominación de origen con excelentes referencias y un precio siempre muy ajustado. La vinificación y fermentación del vino se ha realizado en depósitos de acero inoxidable.
A la vista presenta un color cereza con ribete rosado, poco cubierto y con lágrima densa, gruesa y muy transparente.
En nariz se muestra fresco y de notable intensidad. Notas de ciruelas rojas, cerezas, golosina de fresa y hierbas de monte se unen formando un tapiz de sensaciones más que agradables.
En boca posee una entrada golosa, muy amable y con unos taninos maduros. Recuerdos de cerezas, confitura de fresas, regaliz rojo y piruleta redondean un paladar que se viste de hierba mojada, cuero y especias en su retronasal. Final de medio recorrido y persistencia correcta.
Por poco más de 4€ podéis disfrutar de un auténtico zumo de frutas, un vino fresco y redondo que invita a beber con sumo gusto y que se convierte en fiel compañero de tapeo, como su propio nombre indica, aunque también es disfrutable junto a ensaladas, aperitivos, carnes blancas a la plancha y pescados o pastas con salsas. Mi calificación para este Enate Tapas en su añada de 2013 es de un 90 sobre 100.
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