No solo de garnacha vive el madrileño y es que en nuestra Comunidad Autónoma esta variedad de uva es la auténtica protagonista. En este caso Bodegas Jeromín, afincada en la localidad de Villarejo de Salvanés, demuestra que también podemos mostrar excelentes tempranillos en nuestros vinos.
Este Dos de Mayo Crianza nace con la intención de conmemorar los hechos que acontecieron en Madrid en 1808 y que pasarían a escribir nuestra propia Historia de forma notable. Para tan magna efeméride se han seleccionado las mejores uvas de sus viñedos de tempranillo para sacar a la venta esta edición limitada con vocación de reserva que ha acortado mínimamente su reposo en madera para adoptar el papel de todo un crianza.
Se trata de un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas bordelesas de roble francés y americano antes de pasar a la botella.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, bien cubierto y con lágrima fina, densa y tintada.
En nariz se muestra intenso y fresco entregando notas de tinta, chocolate, hierbas de campo y regaliz.
En boca posee una entrada cálida e intensa, mostrando una ligera astringencia a pesar de tener unos taninos maduros. Entrega notas de cerezas, ciruelas rojas y arándanos acompañadas de un ligero matiz balsámico y dejando un posgusto algo amargo. La retronasal nos habla de golosina de fresa, regaliz y buena madera entregando un final de largo recorrido y persistencia media.
Por unos 6€ se puede disfrutar de un buen tempranillo madrileño, buen compañero de mesa en cualquier situación, especialmente junto a carnes rojas, quesos curados o semicurados y algún buen guiso de la zona. Mi calificación para este Dos de Mayo Crianza Edición Limitada en su añada de 2010 es de un 88 sobre 100.
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