Hoy os traigo el que hasta el momento ha sido el mejor vino que ha pasado por estas páginas. Un Rioja clásico, fino y elegante, alejado de modas y altos índices de alcohol (solo tiene 12,5 grados) que demuestra que los mejores vinos no han de ser potentes, ni con excesivo cuerpo o color. Es un vino fino, de los de toda la vida, que convierte cualquier ocasión gastronómica en un placer inexcusable.
Y no lo digo sólo yo, críticos internacionales del nivel de Robert Parker lo sitúan entre los mejores vinos del mundo. Así de simple. Hay veces que buscamos fuera cosas que no están a la altura de lo que tenemos en casa y, para más inri, a muchísimo menor precio. Y es que una botella de este perfume hecho vino no sobrepasa los 30€, algo inaudito en un producto de su calidad.
Hecho con las mejores uvas de tempranillo (90%) y graciano (10%) de la excelente cosecha de 2001, ha recibido una crianza de 48 meses en barricas usadas de cuarto vino de roble americano con trasiegos cada 6 meses, para pasar a reposar en botella otros 48 meses antes de salir a la venta. Un vino cuyo valor no hace sino crecer en el tiempo ya que su potencial de guarda es enorme.
A la vista presenta un color granate con ribete anaranjado, poco cubierto y con lágrima fina, brillante y de media densidad.
En nariz se muestra intenso y memorable, complejo y emocionante. Entrega notas de guindas, trufas, chocolate y vainilla, caramelo y tabaco fresco.
En boca posee una entrada potente y muy fina, con taninos maduros y un grado de acidez perfecto. Guindas en licor, fruta compotada, dulce de membrillo, trufa y cacao son los aromas y sabores que envuelven nuestro paladar. En la retronasal aparecen matices de licor de frutas, cerezas y caramelo para completar un mosaico complejo y sorprendente por igual. Muestra un final largo y gran persistencia.
De nuevo, desde el barrio de la estación de Haro, nos llega un elixir de dioses, un vino realizado con un mimo y buen gusto al alcance de muy pocos. El triunfo de la tradición sobre la moda. Marida bien con carnes rojas y blancas, guisos de cordero y legumbres, pescados en salsa, foie y quesos curados. Mi calificación para este La Rioja Alta Gran Reserva 904 en su añada de 2001 es de un 97 sobre 100.
miércoles, 27 de agosto de 2014
martes, 26 de agosto de 2014
Pricum Paraje de El Santo 2009
Son la única bodega que, a día de hoy, trabaja en exclusiva con cepas centenarias de la variedad prieto picudo como expresión absoluta en sus tintos. Dirigida por el entusiasta Eugenio González y comandada, en lo puramente enológico, por el maestro Raúl Pérez, este Paraje de El Santo entrega verdad y terruño por encima de modas y preferencias de mercado.
Es un vino recio. casi molesto en boca por su marcada astringencia, pero destila autenticidad y expresión sincera de la tierra a la que pertenece, cosa que hoy en día cada vez es más difícil de encontrar. Como se puede suponer, se trata de un monovarietal de uva prieto picudo, fermentado en fudres de madera en vez de depósitos de acero inoxidable y que ha realizado la maloláctica con paciencia, a lo largo de meses, en barricas de roble francés junto a una crianza de 17 meses.
A la vista presenta un color picota muy oscuro con ribete violáceo, bien cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz se muestra intenso, envolvente. Entrega una complejidad de notas casi demoledora, destacando cerezas, chocolate, hierba mojada, menta, regaliz y un matiz balsámico.
En boca posee una entrada áspera y envolvente, con taninos muy secos que se hacen eco de la tipicidad de esta variedad de uva, muy astringente. Posee una buena acidez que invita a beber y entrega recuerdos de guindas y madera fresca. En la retronasal recibimos la potencia de la menta unida a la envolvente fruta madura en un equilibrio sincero. Tiene un final largo y buena persistencia. Hay que añadir que es un vino que mejora notablemente al oxigenarse, ya sea por decantación, o en la misma copa.
Por unos 25€ se puede disfrutar de un vino único, diferente, que a buen seguro no gustará a todos, pero que define el buen hacer de una tierra entregada a los placeres del buen vino. Marida muy bien con embutidos ibéricos, especialmente con cecina de la tierra, carnes blancas y rojas y guisos de legumbres o caza. Mi calificación para este Pricum Paraje de El Santo en su añada de 2009 es de un 92 sobre 100.
domingo, 24 de agosto de 2014
Lucero del Alba 2011
En la localidad de Padilla del Duero, cerca de Peñafiel, se erigen los viñedos de la Finca Pago de Lozoyales, donde el enólogo Sergio Ávila trabaja uno de los tempranillos más finos y elegantes de la Ribera del Duero. Gracias a un clima extremo y a unos suelos de producción muy pobre, se logra sacar la máxima expresión a esta variedad de uva que tan buen resultado ofrece en esta denominación de origen.
Apoyados en una agricultura sostenible de mínima intervención, con una vendimia manual, logran un producto excelente con una relación calidad-precio poco común en esta zona. El vino que hoy analizo es un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 6 meses en barricas nuevas de roble francés logrando en tan poco tiempo, por extraño que parezca, una gran armonía entre las virtudes de la fruta y la buena madera.
A la vista presenta un color picota con ribete cereza muy intenso, buena cobertura y lágrima de media densidad.
En nariz se muestra intenso y muy afrutado. Domina la presencia de fresas, frambuesas y moras unido a un ligero matiz especiado.. Balsámico.
En boca posee una entrada potente presentando una buena acidez y taninos maduros. Notas de ciruelas rojas, vainilla y madera húmeda se apoderan de nuestro paladar para dar paso a una retronasal que envía recuerdos de roble cremoso y lácteos. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 7€ se puede disfrutar de un Ribera auténtico, elegante y sumamente equilibrado, un vino muy bien hecho para su rango de precio. Marida bien con tapas de frituras, carnes blancas, ahumados, guisos y estofados. Un vino que me ha sorprendido sinceramente y que recomiendo por encima de otros muchos con más "nombre" procedentes de esta misma región vinícola. Mi calificación para este Lucero del Alba en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
Apoyados en una agricultura sostenible de mínima intervención, con una vendimia manual, logran un producto excelente con una relación calidad-precio poco común en esta zona. El vino que hoy analizo es un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 6 meses en barricas nuevas de roble francés logrando en tan poco tiempo, por extraño que parezca, una gran armonía entre las virtudes de la fruta y la buena madera.
A la vista presenta un color picota con ribete cereza muy intenso, buena cobertura y lágrima de media densidad.
En nariz se muestra intenso y muy afrutado. Domina la presencia de fresas, frambuesas y moras unido a un ligero matiz especiado.. Balsámico.
En boca posee una entrada potente presentando una buena acidez y taninos maduros. Notas de ciruelas rojas, vainilla y madera húmeda se apoderan de nuestro paladar para dar paso a una retronasal que envía recuerdos de roble cremoso y lácteos. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 7€ se puede disfrutar de un Ribera auténtico, elegante y sumamente equilibrado, un vino muy bien hecho para su rango de precio. Marida bien con tapas de frituras, carnes blancas, ahumados, guisos y estofados. Un vino que me ha sorprendido sinceramente y que recomiendo por encima de otros muchos con más "nombre" procedentes de esta misma región vinícola. Mi calificación para este Lucero del Alba en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
viernes, 22 de agosto de 2014
Clavelier & Fils Bourgogne Pinot Noir 2010
La bodega Clavelier & Fils está situada en la localidad de Nuits-Saint-Georges, en plena Borgoña francesa. Su trabajo en el mundo vitivinícola procede de 1935, año en que Antoine Clavelier, aconsejado por su tío Jean Pinot, decide crear su propio vino después de haber adquirido una amplia experiencia como jefe de bodega para distintos productores.
El vino que os traigo hoy es un genérico de su denominación de origen, monovarietal de pinot noir con crianza en barrica de roble francés que, sin llegar a la calidad de los grandes Borgoñas, nos sirve de iniciación en unos vinos complejos, sutiles, elegantes y muy especiales.
Un vino para tomar con calma, apreciando con el paso del tiempo en copa la profundidad de sus aromas y la sutileza de su paso por boca.
A la vista presenta un color rojo guinda con ribete rosado, muy poco cubierto y con lágrima densa y brillante.
En nariz muestra aromas muy sutiles que poco a poco se expanden en la copa entregando notas de cerezas, guindas, hierbas de monte, trufas y especias.
En boca posee una entrada potente con una acidez muy marcada y taninos aterciopelados. Notas de guindas, cuero mojado y buena madera dan paso a una retronasal donde imperan recuerdos de fruta madura y madera fresca. Final con buen recorrido y persistencia media.
Recomiendo que, sin llegar a decantar, se le ofrezca a este vino la oportunidad de expresarse en copa en toda su magnitud ya que a medida que pasan los minutos se va mostrando mucho más espectacular en nariz y más equilibrado en boca. Por 14€ en la casa de nuestros buenos amigos Clotilde y Antonio, en Oh Delice!, podéis haceros con alguna botella de este Borgoña para iniciados y amantes de la variedad y calidad de los vinos sin tener en cuenta procedencia o tipo de uva. Marida perfectamente con carnes blancas, aves de corral, aperitivos, ensaladas y quesos frescos. Mi calificación para este Clavelier & Fils Bourgogne Pinot Noir en su añada de 2010 es de un 88 sobre 100.
El vino que os traigo hoy es un genérico de su denominación de origen, monovarietal de pinot noir con crianza en barrica de roble francés que, sin llegar a la calidad de los grandes Borgoñas, nos sirve de iniciación en unos vinos complejos, sutiles, elegantes y muy especiales.
Un vino para tomar con calma, apreciando con el paso del tiempo en copa la profundidad de sus aromas y la sutileza de su paso por boca.
A la vista presenta un color rojo guinda con ribete rosado, muy poco cubierto y con lágrima densa y brillante.
En nariz muestra aromas muy sutiles que poco a poco se expanden en la copa entregando notas de cerezas, guindas, hierbas de monte, trufas y especias.
En boca posee una entrada potente con una acidez muy marcada y taninos aterciopelados. Notas de guindas, cuero mojado y buena madera dan paso a una retronasal donde imperan recuerdos de fruta madura y madera fresca. Final con buen recorrido y persistencia media.
Recomiendo que, sin llegar a decantar, se le ofrezca a este vino la oportunidad de expresarse en copa en toda su magnitud ya que a medida que pasan los minutos se va mostrando mucho más espectacular en nariz y más equilibrado en boca. Por 14€ en la casa de nuestros buenos amigos Clotilde y Antonio, en Oh Delice!, podéis haceros con alguna botella de este Borgoña para iniciados y amantes de la variedad y calidad de los vinos sin tener en cuenta procedencia o tipo de uva. Marida perfectamente con carnes blancas, aves de corral, aperitivos, ensaladas y quesos frescos. Mi calificación para este Clavelier & Fils Bourgogne Pinot Noir en su añada de 2010 es de un 88 sobre 100.
jueves, 21 de agosto de 2014
4 Kilos 2011
Este es el segundo vino que os traigo de la Bodega 4 Kilos Vinícola. El nombre procede de la modesta inversión (en millones de las antiguas pesetas) que tuvieron que hacer sus dueños Francesc Grimalt y Sergio Caballero para hacer realidad su sueño de crear vinos de calidad con variedades autóctonas de las Islas Baleares.
Sus viñedos proceden de fincas situadas a lo largo y ancho de la isla de Mallorca, por lo cual no poseen denominación de origen, más allá de la indicación geográfica de Vino de la Tierra de Mallorca. La recogida de la uva se hace de manera manual amparada en una viticultura racional y de mínima intervención. Este vino se hace a partir de un coupage de uvas callet (85%), syrah (10%) y cabernet sauvignon (5%). Ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés Allier, Vosges y Nevers de 225 y 600 litros, con unos tostados medios.
La uva callet se caracteriza por entregar poco color y cuerpo pero también unos matices muy interesantes. Una superviviente de la filoxera gracias a su alta producción, siendo uno de los estandartes de la viticultura balear.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, media cobertura y lágrima densa.
En nariz se muestra muy intenso, lo cual invita a dejarlo reposar, ya sea en un decantador, o bien en la copa. Entrega notas de cerezas, lácteos y especias con un marcado matiz balsámico.
En boca posee una entrada amplia y envolvente, frutosa y a la vez sorprendente y original. Muestra unos taninos aterciopelados, muy carnoso y entrega notas de confitura de cereza, regaliz dulce, y pimienta. La retronasal nos deja recuerdos de fruta madura, especias y madera húmeda. Final largo y muy persistente.
Por unos 27€ se puede disfrutar de uno de los mejores tintos de todo el territorio insular español que, además, demuestra que en esto del vino las ganas y el buen hacer quedan por encima de fastuosas inversiones. Marida bien con guisos de cordero, legumbres, carnes rojas y ensaladas calientes, además de una buena sobrasada de la tierra. Mi calificación para este 4 Kilos en su añada de 2011 es de un 93 sobre 100.
Sus viñedos proceden de fincas situadas a lo largo y ancho de la isla de Mallorca, por lo cual no poseen denominación de origen, más allá de la indicación geográfica de Vino de la Tierra de Mallorca. La recogida de la uva se hace de manera manual amparada en una viticultura racional y de mínima intervención. Este vino se hace a partir de un coupage de uvas callet (85%), syrah (10%) y cabernet sauvignon (5%). Ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés Allier, Vosges y Nevers de 225 y 600 litros, con unos tostados medios.
La uva callet se caracteriza por entregar poco color y cuerpo pero también unos matices muy interesantes. Una superviviente de la filoxera gracias a su alta producción, siendo uno de los estandartes de la viticultura balear.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, media cobertura y lágrima densa.
En nariz se muestra muy intenso, lo cual invita a dejarlo reposar, ya sea en un decantador, o bien en la copa. Entrega notas de cerezas, lácteos y especias con un marcado matiz balsámico.
En boca posee una entrada amplia y envolvente, frutosa y a la vez sorprendente y original. Muestra unos taninos aterciopelados, muy carnoso y entrega notas de confitura de cereza, regaliz dulce, y pimienta. La retronasal nos deja recuerdos de fruta madura, especias y madera húmeda. Final largo y muy persistente.
Por unos 27€ se puede disfrutar de uno de los mejores tintos de todo el territorio insular español que, además, demuestra que en esto del vino las ganas y el buen hacer quedan por encima de fastuosas inversiones. Marida bien con guisos de cordero, legumbres, carnes rojas y ensaladas calientes, además de una buena sobrasada de la tierra. Mi calificación para este 4 Kilos en su añada de 2011 es de un 93 sobre 100.
miércoles, 20 de agosto de 2014
Baigorri Crianza 2009
En un modernísimo edificio lleno de cristaleras se alojan las Bodegas Baigorri, en plena Rioja Alavesa. Con un carácter entre lo moderno y lo clásico, sus vinos aportan una opción diferente para el que ya esté cansado de tomar siempre lo mismo.
El vino que hoy os traigo es fácil de beber, amable y fresco, producto de un coupage de uvas tempranillo (90%), garnacha (5%) y otras variedades autóctonas (el 5% restante). La crianza se ha realizado durante 14 meses en barricas nuevas de roble francés, americano y ruso del Cáucaso. La vendimia se hace de manera manual con selección de racimo en racimo. Ya en bodega los remontados se hacen por gravedad, la maceración maloláctica en depósitos de acero inoxidable y tras la crianza en barrica se afina en botella antes de salir a la venta.
A la vista presenta un color granate con ribete rubí, poco cubierto y con lágrima densa.
En nariz muestra buena intensidad y cierta licorosidad. Entrega notas de fresas, cuero y cuadra o establo, estas últimas sin llegar a molestar.
En boca posee una entrada fresca y amable. Muestra unos taninos maduros, cierta acidez y buen equilibrio. Nos trae recuerdos de licor de guindas, cuero mojado y buena madera. La retronasal habla de fruta madura y madera mojada. Final algo corto y persistencia media.
Por unos 12€ podéis disfrutar de un Rioja diferente, fácil de combinar con cualquier comida y con una calidad suficiente para hacer pasar un buen rato en la mesa. Marida bien con arroces, carnes blancas, ensaladas y aperitivos. Mi calificación para este Baigorri Crianza en su añada de 2009 es de un 86 sobre 100.
El vino que hoy os traigo es fácil de beber, amable y fresco, producto de un coupage de uvas tempranillo (90%), garnacha (5%) y otras variedades autóctonas (el 5% restante). La crianza se ha realizado durante 14 meses en barricas nuevas de roble francés, americano y ruso del Cáucaso. La vendimia se hace de manera manual con selección de racimo en racimo. Ya en bodega los remontados se hacen por gravedad, la maceración maloláctica en depósitos de acero inoxidable y tras la crianza en barrica se afina en botella antes de salir a la venta.
A la vista presenta un color granate con ribete rubí, poco cubierto y con lágrima densa.
En nariz muestra buena intensidad y cierta licorosidad. Entrega notas de fresas, cuero y cuadra o establo, estas últimas sin llegar a molestar.
En boca posee una entrada fresca y amable. Muestra unos taninos maduros, cierta acidez y buen equilibrio. Nos trae recuerdos de licor de guindas, cuero mojado y buena madera. La retronasal habla de fruta madura y madera mojada. Final algo corto y persistencia media.
Por unos 12€ podéis disfrutar de un Rioja diferente, fácil de combinar con cualquier comida y con una calidad suficiente para hacer pasar un buen rato en la mesa. Marida bien con arroces, carnes blancas, ensaladas y aperitivos. Mi calificación para este Baigorri Crianza en su añada de 2009 es de un 86 sobre 100.
martes, 12 de agosto de 2014
Lambuena Crianza 2010
Me gusta acudir a vinotecas porque siempre suelo descubrir vinos nuevos. Cuando tienes cierto bagaje en este mundillo, sueles tener claro qué vinos te apetece probar, pero siempre hay casos en los que un buen producto se escapa por debajo del radar. El vino que hoy os traigo no ha recibido grandes calificaciones en algunas de las guías de vinos más prestigiosas de nuestro país pero, siguiendo el consejo de un trabajador de una de estas vinotecas, una botella de este crianza acabó en mi casa y al probarlo la sorpresa ha sido muy agradable.
Se trata de un monovarietal de uva tempranillo procedente de la Ribera del Duero, que ha recibido una crianza de 15 meses en barricas de roble americano (en un 60%) y francés (en un 40%). Las bodegas Lambuena se fundaron en 1989 en la localidad de Roa (Burgos) y son el producto del esfuerzo de tres hermanos por sacar adelante un proyecto familiar. Un proyecto que crece cada año en personal y en litros de buen vino producidos, señal esta que indica el buen rumbo de la bodega, especialmente teniendo en cuenta que siguen dedicándose a crear vinos de calidad.
A la vista presenta un color picota oscuro con ribete rubí, bien cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz entrega notas de cerezas y fruta de hueso mostrando una buena intensidad. A medida que se oxigena empiezan a aparecer matices de cacao, especias dulces y roble cremoso.
En boca posee una entrada amplia, frutosa y con unos taninos maduros. Aparecen notas de fruta madura y remolacha. Matices de buena madera, hierba mojada y, de nuevo, fruta madura, se adueñan de la retronasal para dar paso a un final de medio recorrido y buena persistencia.
Para mí ha sido, sin duda, un encuentro muy agradable con un vino equilibrado, con cierta complejidad y muy fácil de beber. Además sabiendo el precio que suelen tener los vinos con una crianza similar en esta denominación de origen, los 13€ de coste me han parecido bien ajustados. Marida bien con guisos de cordero, carnes rojas a la plancha, caza, quesos y embutidos ibéricos. Mi calificación para este Lambuena Crianza en su añada de 2010 es de un 91 sobre 100.
Se trata de un monovarietal de uva tempranillo procedente de la Ribera del Duero, que ha recibido una crianza de 15 meses en barricas de roble americano (en un 60%) y francés (en un 40%). Las bodegas Lambuena se fundaron en 1989 en la localidad de Roa (Burgos) y son el producto del esfuerzo de tres hermanos por sacar adelante un proyecto familiar. Un proyecto que crece cada año en personal y en litros de buen vino producidos, señal esta que indica el buen rumbo de la bodega, especialmente teniendo en cuenta que siguen dedicándose a crear vinos de calidad.
A la vista presenta un color picota oscuro con ribete rubí, bien cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz entrega notas de cerezas y fruta de hueso mostrando una buena intensidad. A medida que se oxigena empiezan a aparecer matices de cacao, especias dulces y roble cremoso.
En boca posee una entrada amplia, frutosa y con unos taninos maduros. Aparecen notas de fruta madura y remolacha. Matices de buena madera, hierba mojada y, de nuevo, fruta madura, se adueñan de la retronasal para dar paso a un final de medio recorrido y buena persistencia.
Para mí ha sido, sin duda, un encuentro muy agradable con un vino equilibrado, con cierta complejidad y muy fácil de beber. Además sabiendo el precio que suelen tener los vinos con una crianza similar en esta denominación de origen, los 13€ de coste me han parecido bien ajustados. Marida bien con guisos de cordero, carnes rojas a la plancha, caza, quesos y embutidos ibéricos. Mi calificación para este Lambuena Crianza en su añada de 2010 es de un 91 sobre 100.
lunes, 11 de agosto de 2014
Finca Río Negro 2010
A unos 1.000 metros de altura se encuentran los viñedos que la familia Fuentes recuperó para la actividad vinícola a finales de los años 90 del siglo pasado. Desde entonces crean unos vinos con sabor de buen terruño, minerales y muy apegados a la tierra castellana de la que proceden.
El vino que os traigo hoy procede de cuatro variedades distintas de uva, tempranillo (60%), syrah (20%), cabernet sauvignon (10%) y merlot (10%), que han sido vendimiadas y posteriormente fermentadas en depósitos de acero inoxidable por separado, para pasar a una posterior crianza de 12 meses en barricas de roble francés Allier en un 60% y americano de tostado medio y grano fino en un 40%.
Toda la vendimia se realiza de manera manual en cajas de 20 kg. contando con la ventaja de la proximidad de los viñedos a la bodega con lo que se garantiza la calidad final de los frutos, los cuales proceden en su totalidad de estos viñedos propios.
A la vista presenta un color cereza con ribete violáceo, poco cubierto y con lágrima densa y brillante.
En nariz se muestra muy frutal, con notas de grosellas, frambuesas y cerezas. También de adivinan matices herbáceos, de monte y una marcada impresión a pimienta.
En boca posee una entrada amable, con poco cuerpo y unos taninos maduros. Trae recuerdos de fresas, cerezas y buena madera. De la retronasal se hacen dueños los matices a fruta madura y especias dulces. Final algo corto y persistencia media.
Está lejos de ser memorable pero puedo garantizar que, por unos 12€, podéis disfrutar un vino muy agradable de beber que suple la falta de complejidad con un gran equilibrio. Marida muy bien con aperitivos, ensaladas calientes, gulas, pescados a la plancha y carnes blancas. Mi calificación para este Finca Río Negro en su añada de 2010 es de un 88 sobre 100.
El vino que os traigo hoy procede de cuatro variedades distintas de uva, tempranillo (60%), syrah (20%), cabernet sauvignon (10%) y merlot (10%), que han sido vendimiadas y posteriormente fermentadas en depósitos de acero inoxidable por separado, para pasar a una posterior crianza de 12 meses en barricas de roble francés Allier en un 60% y americano de tostado medio y grano fino en un 40%.
Toda la vendimia se realiza de manera manual en cajas de 20 kg. contando con la ventaja de la proximidad de los viñedos a la bodega con lo que se garantiza la calidad final de los frutos, los cuales proceden en su totalidad de estos viñedos propios.
A la vista presenta un color cereza con ribete violáceo, poco cubierto y con lágrima densa y brillante.
En nariz se muestra muy frutal, con notas de grosellas, frambuesas y cerezas. También de adivinan matices herbáceos, de monte y una marcada impresión a pimienta.
En boca posee una entrada amable, con poco cuerpo y unos taninos maduros. Trae recuerdos de fresas, cerezas y buena madera. De la retronasal se hacen dueños los matices a fruta madura y especias dulces. Final algo corto y persistencia media.
Está lejos de ser memorable pero puedo garantizar que, por unos 12€, podéis disfrutar un vino muy agradable de beber que suple la falta de complejidad con un gran equilibrio. Marida muy bien con aperitivos, ensaladas calientes, gulas, pescados a la plancha y carnes blancas. Mi calificación para este Finca Río Negro en su añada de 2010 es de un 88 sobre 100.
domingo, 10 de agosto de 2014
Termes 2010
En 2008 el Grupo Louis Vuitton y Möet Hennessy adquiere por más de 25 millones de euros las 40 hectáreas de viñedo pertenecientes a la Bodega Numanthia en la denominación de origen de Toro. Comandada hasta entonces por la familia Eguren, se hizo especialmente famosa por el 100 sobre 100 que le dedicó el crítico Robert Parker a su vino Termanthia 2004. El magnífico enólogo Marcos Eguren, lejos de abandonar los viñedos centenarios prefiloxéricos de Toro, se estableció en una nueva bodega, Teso La Monja, de la que ya hemos analizado alguno de sus vinos en estás páginas.
El enólogo encargado de tomar las riendas de Numanthia tras la salida de Marcos Eguren es el portugués Manuel Louzada, reconocido internacionalmente, el cual ha hecho desde entonces un gran trabajo en la bodega, sin llegar aún a los niveles de excelencia pretéritos.
Termes es el vino más joven y sencillo de los realizados en la bodega, si es que estas calificaciones se le pueden dar a un ejemplo de calidad y complejidad como este. Se trata de un monovarietal de la tempranillo de la zona (tinta de Toro) procedente de cepas de más de 30 años que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate con ribete rubí, muy cubierto y con lágrima densa y tintada.
En nariz se muestra intenso y muy frutal. Entrega notas de fresas, frambuesas y arándanos, matices tostados y roble cremoso. Ligero matiz a barniz de fondo.
En boca posee una entrada potente, redonda y equilibrada. Taninos ligeramente secos. Se muestra muy frutal, complejo y elegante, señas de identidad de los vinos de esta bodega. Aparecen notas de chocolate, tostados y buena madera a la que se añaden notas de cerezas en la retronasal. Final largo y gran persistencia.
Por poco menos de 20€ podéis disfrutar de este grandísimo vino de Toro, que acompañará cada uno de vuestros platos con auténtica maestría, especialmente cordero lechal, carnes rojas a la parrilla o, como en mi caso, una excelente Lasaña de ternera de Ávila con la que nos obsequió en su casa mi amigo Carlos Lozano. Mi calificación para este Termes en su añada de 2010 es de un 94 sobre 100.
El enólogo encargado de tomar las riendas de Numanthia tras la salida de Marcos Eguren es el portugués Manuel Louzada, reconocido internacionalmente, el cual ha hecho desde entonces un gran trabajo en la bodega, sin llegar aún a los niveles de excelencia pretéritos.
Termes es el vino más joven y sencillo de los realizados en la bodega, si es que estas calificaciones se le pueden dar a un ejemplo de calidad y complejidad como este. Se trata de un monovarietal de la tempranillo de la zona (tinta de Toro) procedente de cepas de más de 30 años que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate con ribete rubí, muy cubierto y con lágrima densa y tintada.
En nariz se muestra intenso y muy frutal. Entrega notas de fresas, frambuesas y arándanos, matices tostados y roble cremoso. Ligero matiz a barniz de fondo.
En boca posee una entrada potente, redonda y equilibrada. Taninos ligeramente secos. Se muestra muy frutal, complejo y elegante, señas de identidad de los vinos de esta bodega. Aparecen notas de chocolate, tostados y buena madera a la que se añaden notas de cerezas en la retronasal. Final largo y gran persistencia.
Por poco menos de 20€ podéis disfrutar de este grandísimo vino de Toro, que acompañará cada uno de vuestros platos con auténtica maestría, especialmente cordero lechal, carnes rojas a la parrilla o, como en mi caso, una excelente Lasaña de ternera de Ávila con la que nos obsequió en su casa mi amigo Carlos Lozano. Mi calificación para este Termes en su añada de 2010 es de un 94 sobre 100.
jueves, 7 de agosto de 2014
Chotis 2012
El pasado domingo tuve la suerte de visitar las Bodegas Luis Saavedra en Cenicientos, Madrid. El propio Luis, tercera generación de una familia de viticultores, tuvo a bien mostrarnos sus viñedos con auténtica pasión, la que solo puede proceder de alguien que ama este mundo. Desde los diferentes tipos de uva plantadas, características de los portainjertos utilizados, mil y un detalles y anécdotas que nos hicieron disfrutar de la visita de una manera muy especial.
En la sierra de Gredos son varias las bodegas que apuestan por la garnacha como principal variedad, ya que las condiciones climatológicas y de suelos de la zona se prestan al desarrollo de unas cepas centenarias de esta variedad que entregan vinos muy frescos y frutales, con potencia y gran mineralidad.
Chotis es uno de los muchos vinos que se hacen en esta bodega, todos basados en una viticultura ecológica, máxima garantía de calidad y no intervención que se puede ofrecer en la etiqueta de un vino español. Aquí el cuidado del fruto es religión y, en palabras de su dueño, si tienes buenas uvas, el trabajo en bodega es meramente testimonial. Se trata de un monovarietal de garnacha que ha recibido una crianza de 10 meses en barricas de roble francés (70%), húngaro (20%) y americano (10%).
A la vista presenta un color picota con ribete violáceo, poco cubierto y lágrima densa y brillante.
En nariz se muestra intenso y muy frutal. Notas de fresas y frambuesas se convierten en la dominante pero bien acompañadas por matices de regaliz rojo, vainilla y roble cremoso. Balsámico.
En boca posee una entrada amplia y fresca. Entrega unos tonos ácidos bien equilibrados con mucha fruta envolviéndolo todo. Taninos ligeramente secos. Nos trae recuerdos de cerezas, fruta de hueso y matices especiados. Madera húmeda acompañada de fruta madura y ligeros tonos tostados se adueñan de la retronasal para dar paso a un final de medio recorrido y una buena persistencia.
Por unos 8€ podéis disfrutar de un vino natural, fresco y muy amable, fiel referente de las garnachas madrileñas, con un carácter varietal diferente, pero no menos interesante, del que poseen sus homónimas aragonesas. Marida bien con aperitivos, quesos frescos, ensaladas y carnes blancas a la plancha. También puede acompañar platos de pasta e incluso un buen guiso de la zona. Mi calificación para este Chotis en su añada de 2012 es de un 88 sobre 100.
En la sierra de Gredos son varias las bodegas que apuestan por la garnacha como principal variedad, ya que las condiciones climatológicas y de suelos de la zona se prestan al desarrollo de unas cepas centenarias de esta variedad que entregan vinos muy frescos y frutales, con potencia y gran mineralidad.
Chotis es uno de los muchos vinos que se hacen en esta bodega, todos basados en una viticultura ecológica, máxima garantía de calidad y no intervención que se puede ofrecer en la etiqueta de un vino español. Aquí el cuidado del fruto es religión y, en palabras de su dueño, si tienes buenas uvas, el trabajo en bodega es meramente testimonial. Se trata de un monovarietal de garnacha que ha recibido una crianza de 10 meses en barricas de roble francés (70%), húngaro (20%) y americano (10%).
A la vista presenta un color picota con ribete violáceo, poco cubierto y lágrima densa y brillante.
En nariz se muestra intenso y muy frutal. Notas de fresas y frambuesas se convierten en la dominante pero bien acompañadas por matices de regaliz rojo, vainilla y roble cremoso. Balsámico.
En boca posee una entrada amplia y fresca. Entrega unos tonos ácidos bien equilibrados con mucha fruta envolviéndolo todo. Taninos ligeramente secos. Nos trae recuerdos de cerezas, fruta de hueso y matices especiados. Madera húmeda acompañada de fruta madura y ligeros tonos tostados se adueñan de la retronasal para dar paso a un final de medio recorrido y una buena persistencia.
Por unos 8€ podéis disfrutar de un vino natural, fresco y muy amable, fiel referente de las garnachas madrileñas, con un carácter varietal diferente, pero no menos interesante, del que poseen sus homónimas aragonesas. Marida bien con aperitivos, quesos frescos, ensaladas y carnes blancas a la plancha. También puede acompañar platos de pasta e incluso un buen guiso de la zona. Mi calificación para este Chotis en su añada de 2012 es de un 88 sobre 100.
martes, 5 de agosto de 2014
Diemersfontein Pinotage 2012
Hoy me enfrento a la difícil labor de analizar un vino que no me ha gustado. No porque sea malo, sus críticas a nivel internacional son bastante buenas, sino porque yo no lo disfruto. No me gusta, como ya expliqué en mi decálogo personal, que el protagonismo de un vino recaiga sobre notas olfativas o gustativas que me resulten desagradables. Puedo aceptar pequeños matices pero, el caso que hoy nos ocupa, me sabe y huele a establo, a mierda de vaca, vaya. Y eso no me parece normal.
Se trata de un monovarietal de la uva pinotage (un cruce entre la pinot noir y la cinsault o hermitage), que es responsable de muchos de los grandes vinos tintos sudafricanos. Procede de una bodega asentada a la sombra de las montañas Hawekwa a unos 45 minutos de Ciudad del Cabo, en plena ruta de los grandes vinos de esta zona. Ha tenido una crianza en roble que no supera el año antes de ser embotellado.
No recomiendo decantarlo, pero sí dejarlo en la copa un par de horas antes de consumirlo ya que buena parte de los matices más desagradables desaparecen con el tiempo.
A la vista presenta un color cereza intenso con muy leve gradación hasta el borde, poco cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz aparecen notas de chocolate negro, torrefactos y especias dulces envueltas en un desagradable olor a establo que va remitiendo a medida que se oxigena en la copa.
En boca es potente, demasiado dulzón para un vino seco, mal equilibrado y con unos taninos maduros. De nuevo se muestran notas de chocolate y café, pero absolutamente dominadas por ese desagradable sabor de cuadra o establo al que ya me he referido, que empaña definitivamente la sensación global. En retronasal se imponen notas tostadas y de chocolate puro que dan paso a un final largo y una persistencia media.
Por 14€ podéis probar un vino absolutamente diferente a todo lo que hayáis probado hasta la fecha. Puede ser que os enamore o que os decepcione tanto como a mí pero, en cualquier caso, no os dejará indiferentes. No puedo recomendar maridaje alguno ya que no lo considero un buen compañero de mesa, pero quizás le vengan bien guisos con salsas dulces o acompañados de ciertas confituras. Mi calificación, absolutamente personal, para este Diemersfontein Pinotage en su añada de 2012 es de un 65 sobre 100.
Se trata de un monovarietal de la uva pinotage (un cruce entre la pinot noir y la cinsault o hermitage), que es responsable de muchos de los grandes vinos tintos sudafricanos. Procede de una bodega asentada a la sombra de las montañas Hawekwa a unos 45 minutos de Ciudad del Cabo, en plena ruta de los grandes vinos de esta zona. Ha tenido una crianza en roble que no supera el año antes de ser embotellado.
No recomiendo decantarlo, pero sí dejarlo en la copa un par de horas antes de consumirlo ya que buena parte de los matices más desagradables desaparecen con el tiempo.
A la vista presenta un color cereza intenso con muy leve gradación hasta el borde, poco cubierto y con lágrima de media densidad.
En nariz aparecen notas de chocolate negro, torrefactos y especias dulces envueltas en un desagradable olor a establo que va remitiendo a medida que se oxigena en la copa.
En boca es potente, demasiado dulzón para un vino seco, mal equilibrado y con unos taninos maduros. De nuevo se muestran notas de chocolate y café, pero absolutamente dominadas por ese desagradable sabor de cuadra o establo al que ya me he referido, que empaña definitivamente la sensación global. En retronasal se imponen notas tostadas y de chocolate puro que dan paso a un final largo y una persistencia media.
Por 14€ podéis probar un vino absolutamente diferente a todo lo que hayáis probado hasta la fecha. Puede ser que os enamore o que os decepcione tanto como a mí pero, en cualquier caso, no os dejará indiferentes. No puedo recomendar maridaje alguno ya que no lo considero un buen compañero de mesa, pero quizás le vengan bien guisos con salsas dulces o acompañados de ciertas confituras. Mi calificación, absolutamente personal, para este Diemersfontein Pinotage en su añada de 2012 es de un 65 sobre 100.
viernes, 1 de agosto de 2014
Viña Ardanza Reserva 2004
La Rioja Alta S.A. es la otra gran bodega clásica del barrio de la estación de Haro. Su reserva, el Viña Ardanza, es otro ejemplo de vino fino y elegante, de Rioja grande, de los de toda la vida. La bodega se forma como sociedad vinícola bajo la unión de cinco grandes viticultores de La Rioja allá por 1890 y desde entonces su compromiso por garantizar la excelencia en sus vinos ha sido tal que este reserva solo es embotellado en las grandes añadas.
2002 y 2003 no fueron buenos años de cosecha en La Rioja y hubo que esperar hasta 2004 para volver a disfrutar de otro Viña Ardanza, pero la espera mereció la pena. Se trata de un coupage de tempranillo (80%) y garnacha (20%) criadas por separado. La primera durante 36 meses y la segunda sólo 30, ambas en barricas de roble americano con trasiegos cada seis meses.
Como ya dije en el caso del Viña Tondonia, es un vino de guarda, para disfrutar hoy, pero también para gozarlo aún más dentro de varios lustros.
A la vista presenta un color granate con ribete anaranjado, poco cubierto y lágrima de media densidad muy brillante.
En nariz se muestra intenso, memorable. Entrega notas de fresas, moras, trufas, chocolate, roble cremoso, tostados y torrefactos. Complejo y suntuoso, exquisito.
En boca posee una entrada potente, con una buena acidez que aporta frescor y expresa capacidad de envejecimiento, a medida que se oxigena en la copa se vuelve más sutil mientras acaricia la boca con sus taninos maduros. Notas de fresas, cerezas y vainilla se envuelven en matices de especias dulces. Los tonos tostados junto a matices de fruta madura y buena madera se apoderan de la retronasal. Final largo y buena persistencia.
Por unos 18€ se puede disfrutar de uno de los vinos más emblemáticos de toda La Rioja, de un ejemplo de elegancia, sutileza y calidad, de un compañero de mesa entregado y fiel. Marida muy bien con pescados y carnes a la brasa, verduras y legumbres así como quesos y aves de corral. Mi calificación para este Viña Ardanza en su añada de 2004 es de un 95 sobre 100.
2002 y 2003 no fueron buenos años de cosecha en La Rioja y hubo que esperar hasta 2004 para volver a disfrutar de otro Viña Ardanza, pero la espera mereció la pena. Se trata de un coupage de tempranillo (80%) y garnacha (20%) criadas por separado. La primera durante 36 meses y la segunda sólo 30, ambas en barricas de roble americano con trasiegos cada seis meses.
Como ya dije en el caso del Viña Tondonia, es un vino de guarda, para disfrutar hoy, pero también para gozarlo aún más dentro de varios lustros.
A la vista presenta un color granate con ribete anaranjado, poco cubierto y lágrima de media densidad muy brillante.
En nariz se muestra intenso, memorable. Entrega notas de fresas, moras, trufas, chocolate, roble cremoso, tostados y torrefactos. Complejo y suntuoso, exquisito.
En boca posee una entrada potente, con una buena acidez que aporta frescor y expresa capacidad de envejecimiento, a medida que se oxigena en la copa se vuelve más sutil mientras acaricia la boca con sus taninos maduros. Notas de fresas, cerezas y vainilla se envuelven en matices de especias dulces. Los tonos tostados junto a matices de fruta madura y buena madera se apoderan de la retronasal. Final largo y buena persistencia.
Por unos 18€ se puede disfrutar de uno de los vinos más emblemáticos de toda La Rioja, de un ejemplo de elegancia, sutileza y calidad, de un compañero de mesa entregado y fiel. Marida muy bien con pescados y carnes a la brasa, verduras y legumbres así como quesos y aves de corral. Mi calificación para este Viña Ardanza en su añada de 2004 es de un 95 sobre 100.
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