Ya he demostrado sobradamente en estas páginas que en la Comunidad de Madrid se hacen buenos vinos, muy buenos. De todas las grandes propuestas vinícolas que he podido probar hasta el momento, el vino de hoy es sin duda una de las mejores.
En las Bodegas Ricardo Benito de Navalcarnero se hace este Asido, hermano menor del carísimo Divo pero no por ello de menor calidad que este. Se trata de un assemblage de vinos de diferentes parcelas y variedades que se han criado por separado en barricas nuevas de roble francés Allier durante 16 meses. La tempranillo procedente de viñedos en vaso con más de 50 años a sus espaldas se une a la merlot y la cabernet sauvignon procedentes de viñedos en espaldera con 20 años de edad para crear una composición única y de una calidad más que notable.
Un vino serio y complejo que se convierte en buena muestra del legado enológico de mi tierra, cada vez más presente en las mejores vinotecas de nuestro país.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, bien cubierto y lágrima poco densa y muy brillante.
En nariz se muestra serio, complejo, evocador. Notas de moras, frambuesas y regaliz con un fondo lácteo, mantequilla fresca y chocolate blanco.
En boca posee una entrada redonda, amplia, con muy buena estructura y unos taninos maduros. Notas de cerezas, ciruelas rojas, regaliz y un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal que aporta el recuerdo de una mermelada de ciruelas unido a notas de buen roble. Final largo y buena persistencia.
Por unos 15€ se puede disfrutar un vino madrileño notable, de estos que gusta llevar a una buena cena con la garantía de quedar más que bien. Debido a su carácter y estructura casa perfectamente con los típicos guisos de la tierra como pueden ser unos buenos callos o un cocido a la madrileña. Mi calificación para este Asido Tinto en su añada de 2008 es de un 92 sobre 100.
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