Este año mi bodega española más admirada cumple 125 años y con motivo de tan magna efeméride iré desgranando por estas páginas las bondades (que nos son pocas) de muchos de sus vinos. Para empezar y por primera vez en la vida de este joven blog repetiré vino, aunque de una añada diferente. Ya pasó por aquí hace unos meses el Viña Ardanza de 2004 y ahora os traigo su hermano de la siguiente añada.
Este reserva riojano sólo sale a la luz en las mejores añadas de sus viñedos, y tanto la de 2004 como la de 2005 alcanzaron la máxima categoría (excelente) en su denominación de origen. Poco ha cambiado este 2005 respecto a su predecesor aunque afinando muchísimo, se muestra hoy día algo más indomable que su hermano mayor. Eso no quiere decir que sea menos bueno, sino que habrá que otorgarle un poquito más de guarda en botella para que termine de redondear todas sus propiedades organolépticas.
Sigue siendo un assemblage espectacular de uvas tempranillo en un 80% procedente de plantaciones con más de 30 años de edad ubicadas en Fuenmayor y Cenicero, y garnacha en un 20% procedente de viñas viejas plantadas en vaso a 600 metros de altitud en la población de Tudelilla (Rioja Baja). La tempranillo pasó una crianza de 36 meses en roble americano de cuarto año y la garnacha redujo su crianza a 30 meses en barricas de dos y tres vinos de roble americano, llegándose a realizar un total de seis trasiegos a mano.
A la vista presenta un color guinda con ribete teja, media cobertura y lágrima de media densidad muy brillante.
En nariz se muestra complejo y emocionante. Notas de guindas en licor, ahumados, tarta de zanahoria, caramelo, chocolate y tabaco conforman un bouquet sencillamente brillante.
En boca posee una entrada sedosa, amplia y brillante, con un gran carácter y poderosa acidez que garantizan una amplia guarda. Los taninos son más que maduros, elegantes. Acarician el paladar de una manera que sólo los vinos de esta bodega saben hacer. Notas de fruta en compota, guindas y noble madera unidas a un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal en la que dominan los matices de fruta fresca, regaliz y pimienta. Final largo y gran persistencia.
Por unos 18€ podemos disfrutar de un vino diferente, muy elegante, con tradición y claramante alejado de los vinos recios y casi opacos que tanto se dan en la actualidad. Es un vino que más que mostrar, insinúa. Delicado, complejo y con una alta longevidad, nos regalará exquisitos momentos tanto hoy como dentro de 30 años. Marida bien con una buena caldereta de cordero, parrilladas, carnes rojas y caza. Mi calificación para este Viña Ardanza en su añada de 2005 es de un 94 sobre 100.
martes, 28 de abril de 2015
lunes, 27 de abril de 2015
Asido Tinto 2008
Ya he demostrado sobradamente en estas páginas que en la Comunidad de Madrid se hacen buenos vinos, muy buenos. De todas las grandes propuestas vinícolas que he podido probar hasta el momento, el vino de hoy es sin duda una de las mejores.
En las Bodegas Ricardo Benito de Navalcarnero se hace este Asido, hermano menor del carísimo Divo pero no por ello de menor calidad que este. Se trata de un assemblage de vinos de diferentes parcelas y variedades que se han criado por separado en barricas nuevas de roble francés Allier durante 16 meses. La tempranillo procedente de viñedos en vaso con más de 50 años a sus espaldas se une a la merlot y la cabernet sauvignon procedentes de viñedos en espaldera con 20 años de edad para crear una composición única y de una calidad más que notable.
Un vino serio y complejo que se convierte en buena muestra del legado enológico de mi tierra, cada vez más presente en las mejores vinotecas de nuestro país.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, bien cubierto y lágrima poco densa y muy brillante.
En nariz se muestra serio, complejo, evocador. Notas de moras, frambuesas y regaliz con un fondo lácteo, mantequilla fresca y chocolate blanco.
En boca posee una entrada redonda, amplia, con muy buena estructura y unos taninos maduros. Notas de cerezas, ciruelas rojas, regaliz y un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal que aporta el recuerdo de una mermelada de ciruelas unido a notas de buen roble. Final largo y buena persistencia.
Por unos 15€ se puede disfrutar un vino madrileño notable, de estos que gusta llevar a una buena cena con la garantía de quedar más que bien. Debido a su carácter y estructura casa perfectamente con los típicos guisos de la tierra como pueden ser unos buenos callos o un cocido a la madrileña. Mi calificación para este Asido Tinto en su añada de 2008 es de un 92 sobre 100.
En las Bodegas Ricardo Benito de Navalcarnero se hace este Asido, hermano menor del carísimo Divo pero no por ello de menor calidad que este. Se trata de un assemblage de vinos de diferentes parcelas y variedades que se han criado por separado en barricas nuevas de roble francés Allier durante 16 meses. La tempranillo procedente de viñedos en vaso con más de 50 años a sus espaldas se une a la merlot y la cabernet sauvignon procedentes de viñedos en espaldera con 20 años de edad para crear una composición única y de una calidad más que notable.
Un vino serio y complejo que se convierte en buena muestra del legado enológico de mi tierra, cada vez más presente en las mejores vinotecas de nuestro país.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, bien cubierto y lágrima poco densa y muy brillante.
En nariz se muestra serio, complejo, evocador. Notas de moras, frambuesas y regaliz con un fondo lácteo, mantequilla fresca y chocolate blanco.
En boca posee una entrada redonda, amplia, con muy buena estructura y unos taninos maduros. Notas de cerezas, ciruelas rojas, regaliz y un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal que aporta el recuerdo de una mermelada de ciruelas unido a notas de buen roble. Final largo y buena persistencia.
Por unos 15€ se puede disfrutar un vino madrileño notable, de estos que gusta llevar a una buena cena con la garantía de quedar más que bien. Debido a su carácter y estructura casa perfectamente con los típicos guisos de la tierra como pueden ser unos buenos callos o un cocido a la madrileña. Mi calificación para este Asido Tinto en su añada de 2008 es de un 92 sobre 100.
domingo, 26 de abril de 2015
Fragantia nº 6 Moscato 2014
Aprovechando que el verano cada vez queda más cerca hoy os traigo un vino manchego muy fresco y agradable de tomar para cuando el sol aprieta. Una baja graduación alcohólica (sólo 5,5 grados) y el punto justo de dulzor hacen de este Fragantia nº 6 un acompañamiento ideal para los que dicen que en verano prefieren tomar cerveza.
El vino ha sido vendimiado por la noche en una finca a sólo 15 km de la bodega Finca Constancia perteneciente al grupo González Byass. Una vez recogido el fruto se mantiene conservado en frío con nieve carbónica hasta el momento del suave prensado en el que sólo se recoge el mosto flor. El proceso se finaliza de manera natural cuando se halla el equilibrio perfecto entre acidez, azúcar y grado alcohólico.
Se trata de un monovarietal de moscatel que conserva su carbónico natural procedente de la fermentación, manteniendo su temperatura a 0ºC hasta el momento del embotellado.
A la vista presenta un color pajizo con ribete casi transparente, pocas y muy finas burbujas y lágrima de baja densidad muy brillante.
En nariz se muestra fresco y frutoso entregando notas de melocotón, albaricoque, almíbar, cáscara de naranja y miel.
En boca posee una entrada fresca y dulce, frutosa y ligeramente vacua. De nuevo nos habla de melocotón y macedonia de frutas, mostrándose muy fácil de beber pero poco complejo. La retronasal nos trae recuerdos de incienso, flores blancas y fruta de hueso. Final de corto recorrido y persistencia algo justita.
Por unos 6 ó 7€ podemos disfrutar de un vino blanco muy rico, con una entrada amabilísima y que hará las delicias incluso de los menos amantes del vino, me atrevería a decir que especialmente de estos. Marida bien con aperitivos, ensaladas y pasta fresca. Mi calificación para este Frangantia nº 6 Moscato en su añada de 2014 es de un 86 sobre 100.
El vino ha sido vendimiado por la noche en una finca a sólo 15 km de la bodega Finca Constancia perteneciente al grupo González Byass. Una vez recogido el fruto se mantiene conservado en frío con nieve carbónica hasta el momento del suave prensado en el que sólo se recoge el mosto flor. El proceso se finaliza de manera natural cuando se halla el equilibrio perfecto entre acidez, azúcar y grado alcohólico.
Se trata de un monovarietal de moscatel que conserva su carbónico natural procedente de la fermentación, manteniendo su temperatura a 0ºC hasta el momento del embotellado.
A la vista presenta un color pajizo con ribete casi transparente, pocas y muy finas burbujas y lágrima de baja densidad muy brillante.
En nariz se muestra fresco y frutoso entregando notas de melocotón, albaricoque, almíbar, cáscara de naranja y miel.
En boca posee una entrada fresca y dulce, frutosa y ligeramente vacua. De nuevo nos habla de melocotón y macedonia de frutas, mostrándose muy fácil de beber pero poco complejo. La retronasal nos trae recuerdos de incienso, flores blancas y fruta de hueso. Final de corto recorrido y persistencia algo justita.
Por unos 6 ó 7€ podemos disfrutar de un vino blanco muy rico, con una entrada amabilísima y que hará las delicias incluso de los menos amantes del vino, me atrevería a decir que especialmente de estos. Marida bien con aperitivos, ensaladas y pasta fresca. Mi calificación para este Frangantia nº 6 Moscato en su añada de 2014 es de un 86 sobre 100.
jueves, 23 de abril de 2015
Cepa 21 Crianza 2009
Si en la anterior entrada os ofrecía una buena interpretación de la tempranillo riojana, hoy os traigo otra no menos buena, en este caso procedente de la otra gran región vinícola española: la Ribera del Duero. Y de casta le viene al galgo ya que este Cepa 21 procede de un nuevo proyecto liderado por la familia Moro, famosa por su otra emblemática Bodegas Emilio Moro, también afincada en la Ribera del Duero.
Sobre suelos con alternancia de capas calizas y arcillosas con ligeros afloramientos de canto aluvial y sedimentario crecen entre 800 y 900 metros de altitud los viñedos a partir de los cuales se hacen unos vinos modernos, a través de una bodega minimalista y funcional.
Se trata de un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés y americano.
A la vista presenta un color picota muy oscuro con ribete granate, muy cubierto y con lágrima tintada de media densidad.
En nariz se muestra intenso y algo floral. Notas de cerezas, fresas, flores blancas y un marcado matiz varietal se unen otros aromas procedentes de la madera como la cera, la trufa y el cacao.
En boca posee una entrada potente y fresca, muy frutal, aportando unos taninos maduros. Notas de fresas, cerezas, regaliz rojo y especias envuelven el paladar antes de dar paso a una retronasal que nos aporta recuerdos de confitura de moras y arándanos con un matiz balsámico. Final de recorrido amplio y buena persistencia.
Por unos 17€ podemos disfrutar de otra gran joya de la familia Moro, un vino potente y moderno dispuesto a ofrecer una gran alternativa a los vinos más clásicos de la zona sin dar la espalda a la tradición de la que procede. Marida bien con lechazo de la tierra o con un buen redondo de ternera con salsa de pimientos como el que nos obsequió en su casa mi buen amigo Carlos Lozano junto a este magnífico vino. Mi calificación para este Cepa 21 Crianza en su añada de 2009 es de un 91 sobre 100.
Sobre suelos con alternancia de capas calizas y arcillosas con ligeros afloramientos de canto aluvial y sedimentario crecen entre 800 y 900 metros de altitud los viñedos a partir de los cuales se hacen unos vinos modernos, a través de una bodega minimalista y funcional.
Se trata de un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés y americano.
A la vista presenta un color picota muy oscuro con ribete granate, muy cubierto y con lágrima tintada de media densidad.
En nariz se muestra intenso y algo floral. Notas de cerezas, fresas, flores blancas y un marcado matiz varietal se unen otros aromas procedentes de la madera como la cera, la trufa y el cacao.
En boca posee una entrada potente y fresca, muy frutal, aportando unos taninos maduros. Notas de fresas, cerezas, regaliz rojo y especias envuelven el paladar antes de dar paso a una retronasal que nos aporta recuerdos de confitura de moras y arándanos con un matiz balsámico. Final de recorrido amplio y buena persistencia.
Por unos 17€ podemos disfrutar de otra gran joya de la familia Moro, un vino potente y moderno dispuesto a ofrecer una gran alternativa a los vinos más clásicos de la zona sin dar la espalda a la tradición de la que procede. Marida bien con lechazo de la tierra o con un buen redondo de ternera con salsa de pimientos como el que nos obsequió en su casa mi buen amigo Carlos Lozano junto a este magnífico vino. Mi calificación para este Cepa 21 Crianza en su añada de 2009 es de un 91 sobre 100.
martes, 21 de abril de 2015
Finca Valdepoleo Pujanza 2011
La grandeza de la Denominación de Origen Calificada de La Rioja no se circunscribe únicamente a la propia provincia riojana, con lugares tan emblemáticos para el vino español como la localidad de Haro, sino que, metidos ya en el País Vasco, y más concretamente en la provincia de Álava, encontramos un buen puñado de pueblos emblemáticos de la orografía vinícola española. De entre todos ellos destaca el municipio de Laguardia. Un pequeño y bellísimo pueblo amurallado en el que se prohíbe el acceso a vehículos por peligro de derrumbamiento ya que bajo el propio pueblo descansan miles de botellas de buen vino pertenecientes a decenas de bodegas afincadas en esta localidad.
Pujanza es una de esas emblemáticas bodegas y este Finca Valdepoleo es uno de sus vinos más cuidados, procedente de los viñedos enclavados en algo más de 17 hectáreas que dan nombre al susodicho. A unos 630 metros de altitud y sobre suelos arcillo-calcáreos se asientan unas viñas que son cuidadas con esmero antes de pasar a bodega.
Hablamos de un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés tras pasar por una fermentación en pequeños depósitos de acero inoxidable.
A la vista presenta un color granate con poca gradación hasta el borde, ribete granate intenso, bien cubierto y con lágrima de media densidad, fina y tintada.
En nariz se muestra amplio y complejo. Notas de cerezas, regaliz, hierbas de monte, chocolate y matices tostados dan buena muestra de la citada complejidad.
En boca posee una entrada amplia, equilibrada, con unos taninos aterciopelados. Notas de confitura de ciruelas, cerezas, cuero y un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal que nos habla de buen roble y fruta de hueso. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 17 o 18€ se puede disfrutar de un Rioja excelente, muy equilibrado y que acompañará con maestría platos de carnes rojas, quesos curados y embutidos ibéricos. Mi calificación para este Finca Valdepoleo Pujanza en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
Pujanza es una de esas emblemáticas bodegas y este Finca Valdepoleo es uno de sus vinos más cuidados, procedente de los viñedos enclavados en algo más de 17 hectáreas que dan nombre al susodicho. A unos 630 metros de altitud y sobre suelos arcillo-calcáreos se asientan unas viñas que son cuidadas con esmero antes de pasar a bodega.
Hablamos de un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés tras pasar por una fermentación en pequeños depósitos de acero inoxidable.
A la vista presenta un color granate con poca gradación hasta el borde, ribete granate intenso, bien cubierto y con lágrima de media densidad, fina y tintada.
En nariz se muestra amplio y complejo. Notas de cerezas, regaliz, hierbas de monte, chocolate y matices tostados dan buena muestra de la citada complejidad.
En boca posee una entrada amplia, equilibrada, con unos taninos aterciopelados. Notas de confitura de ciruelas, cerezas, cuero y un ligero matiz especiado dan paso a una retronasal que nos habla de buen roble y fruta de hueso. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 17 o 18€ se puede disfrutar de un Rioja excelente, muy equilibrado y que acompañará con maestría platos de carnes rojas, quesos curados y embutidos ibéricos. Mi calificación para este Finca Valdepoleo Pujanza en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
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