En la joven Denominación de Origen de Montsant se sitúa la bodega Portal de Montsant que nos ofrece con este Bruberry la iniciación a su manera de entender el vino. Ante el intento de mostrar auténticos vinos de pago basados en una viticultura sostenible y de mínima intervención, este vino se convierte en una sorpresa tanto para profesionales como aficionados ya que posee la virtud de ser amable, goloso, fácil de beber y a la vez transmite muy bien la complejidad del terruño al que pertenece.
Hablamos de un assemblage de garnacha y cariñena típicas de la zona procedentes de viñedos en ladera a una altura de entre 300 y 700 metros de altitud y con una edad comprendida entre los 20 y 50 años que ha recibido en parte un mínimo paso de 5 meses por barricas de segundo y tercer uso de roble francés.
A la vista presenta un color violáceo con ribete rubí, de capa baja y lágrima de media densidad, gruesa y brillante.
En nariz se muestra muy frutoso, balsámico, entregando notas de frambuesas, grosellas, arándanos, piruleta, regaliz dulce, eucalipto y violetas.
En boca posee una entrada fresca, sedosa, redonda, mostrándose untuoso y con unos taninos maduros. Muy frutal, nos habla de fresas, frambuesas, ciruelas rojas y guindas. La retronasal nos trae recuerdos de mermelada de frutos rojos, regaliz dulce y madera fresca. Final largo y buena persistencia.
Por unos 10€ podemos disfrutar de un vino fresco y muy apetecible que aporta lo mejor de su tierra y que marida bien con aperitivos, arroces, carne de cerdo y pescado azul a la plancha. Mi calificación para este Bruberry en su añada de 2012 es de un 91 sobre 100.
Los vinos de Nevado
miércoles, 12 de agosto de 2015
viernes, 7 de agosto de 2015
Château Lafitte Heritage 2011
A esto hay que añadir la ayuda recibida por el enólogo y actual propietario de la bodega, Philippe Mengin de parte del prestigioso consultor Michel Rolland, culpable de todo tipo de proyectos vinícolas a lo largo y ancho del mundo. Según sus propias palabras para que un vino sea bueno debe estar concebido por Michel Rolland. No voy a poner en jaque a semejante personaje pero tengo que decir que ya he tenido un par de encuentros con algunas de sus "creaciones" y no me han parecido gran cosa. Este Heritage 2011 no es la excepción de la regla, aún mostrándose fino y bien hecho dista mucho de la calidad que se le presume a un vino de su altura económica.
Se trata, así, de un coupage de merlot (90%) y cabernet sauvignon (10%) que ha recibido una crianza de 16 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate oscuro con ribete cereza, de capa media y lágrima gruesa, transparente y de media densidad.
En nariz se muestra intenso y frutoso. Notas de cerezas, moras, arándanos, membrillo, melocotón en almíbar y chocolate completan su perfil aromático.
En boca posee una entrada redonda, honesta, aunque algo vacua y con un nivel de acidez bajo para su juventud. Presenta unos taninos maduros. Suave y delicado entrega notas de confitura de moras, guindas y macedonia de frutas. La retronasal nos habla de cerezas maduras, especias y buena madera. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 30€ se puede disfrutar de este Burdeos algo vacuo y poco trascendente en boca aunque con una excelente fase olfativa y toda la finura de los vinos de la zona. Abstenerse amantes del cabernet ya que este vino rebosa merlot por los cinco costados (para mi disgusto). Marida bien con ensaladas templadas, pasta fresca, y carnes blancas a la plancha. Mi calificación para este Château Lafitte Heritage en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
jueves, 30 de julio de 2015
Château Pontet-Canet 2006
Uno de esos Grand Cru Classé otorgado en 1855 es este Château Pontet-Canet, que ha conocido diversas etapas en todo este tiempo pero que en la última década ha alcanzado puntos de excelencia que le han llevado a añadas como la de 2010 a recibir la mítica cifra de 100 puntos otorgada por el reputado crítico vinícola Robert Parker.
La magia de este gran vino procede de unos suelos extremadamente pobres en los que crecen unos frutos con un altísimo nivel de concentración, lo cual unido a una política de mínima intervención en la viña garantiza la belleza de un producto único.
En la añada de 2006 estamos ante un assamblage de cabernet sauvignon (en un 62%), merlot (en un 33%), cabernet franc (en un 3%) y petit verdot (en un 2%), que ha recibido una crianza de entre 16 y 20 meses en barricas de roble francés que no superan en ningún caso los dos tercios de nuevo uso.
A la vista presenta un color picota con ribete granate, de capa alta y lágrima de media densidad, gruesa y brillante.
En nariz se muestra complejo, profundo y elegante. Entrega notas de fresas, frambuesas, grosellas, vainilla, chocolate con leche, flores frescas y caramelo.
En boca posee una entrada amplia, equilibrada, mostrando una gran estructura, unos taninos aterciopelados y una acidez impecable que nos advierte que podemos estar en el mejor momento para tomarlo a pesar de que a buen seguro puede aguantar muy bien otra década en botella. Nos trae recuerdos de confitura de frutos rojos, cerezas, cacao, roble cremoso y un ligero punto picante. La retronasal nos habla de brandy, mantequilla fresca y buena madera. Final largo y buena persistencia.
La botella que yo he tomado la conseguí al sorprendente precio de 59€, pero su precio actual de mercado se mueve entre los 150 y los 200€, precio que a buen seguro crecerá en los próximos años. Puede parecer caro pero es el arancel a pagar si se está dispuesto a conocer uno de los vinos franceses más emblemáticos de los últimos años. Marida bien con guisos de legumbres, carnes rojas y blancas a la parrilla, embutidos, quesos curados y foie. Mi calificación para este Château Pontet-Canet en su añada de 2006 es de un 96 sobre 100.
lunes, 27 de julio de 2015
Château Peyredon Lagravette 2008
Hoy os traigo un Listrac-Médoc comprado en la casa de mis amigos Antonio y Clotilde, en Oh Delice! procedente de una pequeña finca de 5 hectáreas en un enclave muy especial que perteneció durante más de dos siglos a la familia Holstein para pasar a manos, en el comienzo del actual siglo, de la familia Dupuch-Mondon famosa por su otro terroir en el château Sainte-Marie.
Se trata de un assemblage de cabernet sauvignon (63%) y merlot (37%) vinificadas por separado procedente de viñas viejas cuyo fruto se vendimia de manera totalmente manual y que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate con ribete ligeramente asalmonado, de media capa y lágrima abundante, brillante y de media densidad.
En nariz se muestra envolvente y sutil, entregándose poco a poco por lo que se recomienda servir en copa una hora antes de su consumo. Notas de fresas, tabaco, caramelo, cuero, moras y cerezas dan muestra de un perfil aromático complejo y muy especial.
En boca posee una entrada fresca y elegante con una excelente acidez que augura una amplia guarda. Presenta unos taninos aterciopelados. Entrega notas de moras, cerezas, sandía y madera fresca que dan paso a una retronasal que nos trae recuerdos de mermelada de ciruelas y guindas. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 25€ podemos disfrutar de un vino serio y con mucha clase, fruto de una parcela muy particular y especial que aporta toda su identidad al mismo. Marida bien con aves de corral, caza y quesos de media curación. Mi calificación para este Château Peyredon Lagravette en su añada de 2008 es de un 92 sobre 100.
jueves, 23 de julio de 2015
Care Finca Bancales 2011
Cariñena es una de las tres denominaciones de origen más antigua de España, sólo más joven que Rioja y Jerez, lo cual indica el compromiso de esta tierra aragonesa por la viticultura. Care es la imagen de Bodegas Añadas, una joven empresa que lleva poco más de 10 años creando vinos a partir de las uvas recogidas en cuatro fincas de viñedos propios.
Finca Bancales, de la cual se extrae el vino que hoy os traigo, está situada a una altitud de 600 metros con orientación norte-sur y una edad de las cepas de entre 10 y 100 años. Se cultivan en esta finca las variedades garnacha, syrah, tempranillo, chardonnay y macabeo, centrándonos hoy exclusivamente en la primera de ellas que procede de cepas con 80 años de edad y una producción mínima que garantiza la máxima calidad de sus frutos.
Hablamos, pues, de un monovarietal de garnacha procedente de cepas viejas que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble americano (en un 60%) y francés (en un 40%) realizándose hasta tres trasiegos en este tiempo para posteriormente descansar otros 17 meses en botella antes de ser comercializado.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, de capa media-alta y lágrima densa y fina.
En nariz se muestra intenso con un marcado carácter varietal. Emocionante. Entrega notas de cerezas, especias, fruta de hueso y una marcada mineralidad.
En boca posee una entrada amplia, envolvente, frutosa y con unos taninos sedosos. Fresco, goloso, equilibrado y muy redondo, nos habla de fresas, frambuesas, cerezas, piruleta y caramelo. La retronasal nos trae recuerdos de mermelada de ciruelas, madera fresca y regaliz dulce. Es un vino untuoso y con mucho cuerpo. Final de medio recorrido y larga persistencia.
Por unos 13€ podemos disfrutar de una garnacha muy diferente a las de Gredos, con más cuerpo, estructura y presencia, aunque también algo menos fresca. Un vino que sorprende por su calidad aportando una relación calidad-precio poco habitual. Marida bien con carnes blancas, caza y un buen rissotto. Mi calificación para este Care Finca Bancales en su añada de 2011 es de un 93 sobre 100.
Finca Bancales, de la cual se extrae el vino que hoy os traigo, está situada a una altitud de 600 metros con orientación norte-sur y una edad de las cepas de entre 10 y 100 años. Se cultivan en esta finca las variedades garnacha, syrah, tempranillo, chardonnay y macabeo, centrándonos hoy exclusivamente en la primera de ellas que procede de cepas con 80 años de edad y una producción mínima que garantiza la máxima calidad de sus frutos.
Hablamos, pues, de un monovarietal de garnacha procedente de cepas viejas que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas de roble americano (en un 60%) y francés (en un 40%) realizándose hasta tres trasiegos en este tiempo para posteriormente descansar otros 17 meses en botella antes de ser comercializado.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, de capa media-alta y lágrima densa y fina.
En nariz se muestra intenso con un marcado carácter varietal. Emocionante. Entrega notas de cerezas, especias, fruta de hueso y una marcada mineralidad.
En boca posee una entrada amplia, envolvente, frutosa y con unos taninos sedosos. Fresco, goloso, equilibrado y muy redondo, nos habla de fresas, frambuesas, cerezas, piruleta y caramelo. La retronasal nos trae recuerdos de mermelada de ciruelas, madera fresca y regaliz dulce. Es un vino untuoso y con mucho cuerpo. Final de medio recorrido y larga persistencia.
Por unos 13€ podemos disfrutar de una garnacha muy diferente a las de Gredos, con más cuerpo, estructura y presencia, aunque también algo menos fresca. Un vino que sorprende por su calidad aportando una relación calidad-precio poco habitual. Marida bien con carnes blancas, caza y un buen rissotto. Mi calificación para este Care Finca Bancales en su añada de 2011 es de un 93 sobre 100.
martes, 21 de julio de 2015
Alión 2011
Para todo español amante del buen vino hablar de Vega Sicilia es hablar de la excelencia en la forma de entender la viticultura. Asentados en la Ribera del Duero con su bodega madre donde se crean joyas como Único o Valbuena 5º, llegó un momento en que se decidió dar un paso más en la manera de entender la fisonomía de esta empresa optando por abrirse a nuevos terroirs. Así nacen Alión, también en la Ribera del Duero, Pintia en Toro y Oremus en Hungría.
Alion es fruto de tres parcelas diferentes ubicadas: una de ellas en la propia finca Vega Sicilia, otra en Padilla de Duero y una tercera en Pesquera de Duero. Todas las cepas plantadas por Vega Sicilia no son utilizadas para hacer vino hasta que poseen una edad mínima de 10 años, en el caso de este Alión poseen todas una edad de entre 25 y 35 años de edad, asentadas sobre suelos con depósitos aluviales procedentes del propio Río Duero y con una capacidad de drenaje que garantiza la equilibrada maduración de sus uvas.
Estamos ante un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés de primeras firmas, descansando posteriormente otros 18 ó 20 meses en botella antes de salir a la venta.
A la vista presenta un color picota con ribete ligeramente violáceo, de capa alta y con lágrima de media densidad, fina y brillante.
En nariz se muestra muy intenso y envolvente, emocionante. Entrega notas de fresas, frambuesas, chocolate, lácteos, una marcada mineralidad y un ligero matiz de hierbas de monte.
En boca posee una entrada potente, de explosiva frutosidad, muy goloso y con taninos sedosos. Dotado de una excelente acidez se descubre equilibrado, emocionante, riquísimo. Nos aporta notas de mermelada de ciruelas, fresas, vainilla, cacao, lácteos y roble cremoso. La retronasal se envuelve en aromas de queso de bola, especias y torrefactos. Final muy largo y gran persistencia.
Por unos 50€ se puede disfrutar de uno de los vinos más serios y deliciosos de nuestro país, una buena muestra del savoir-faire de la firma a la que pertenece. Marida bien con guisos de legumbres, caza menor y quesos bien curados. Mi calificación para este Alión en su añada de 2011 es de un 96 sobre 100.
Alion es fruto de tres parcelas diferentes ubicadas: una de ellas en la propia finca Vega Sicilia, otra en Padilla de Duero y una tercera en Pesquera de Duero. Todas las cepas plantadas por Vega Sicilia no son utilizadas para hacer vino hasta que poseen una edad mínima de 10 años, en el caso de este Alión poseen todas una edad de entre 25 y 35 años de edad, asentadas sobre suelos con depósitos aluviales procedentes del propio Río Duero y con una capacidad de drenaje que garantiza la equilibrada maduración de sus uvas.
Estamos ante un monovarietal de tempranillo que ha recibido una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés de primeras firmas, descansando posteriormente otros 18 ó 20 meses en botella antes de salir a la venta.
A la vista presenta un color picota con ribete ligeramente violáceo, de capa alta y con lágrima de media densidad, fina y brillante.
En nariz se muestra muy intenso y envolvente, emocionante. Entrega notas de fresas, frambuesas, chocolate, lácteos, una marcada mineralidad y un ligero matiz de hierbas de monte.
En boca posee una entrada potente, de explosiva frutosidad, muy goloso y con taninos sedosos. Dotado de una excelente acidez se descubre equilibrado, emocionante, riquísimo. Nos aporta notas de mermelada de ciruelas, fresas, vainilla, cacao, lácteos y roble cremoso. La retronasal se envuelve en aromas de queso de bola, especias y torrefactos. Final muy largo y gran persistencia.
Por unos 50€ se puede disfrutar de uno de los vinos más serios y deliciosos de nuestro país, una buena muestra del savoir-faire de la firma a la que pertenece. Marida bien con guisos de legumbres, caza menor y quesos bien curados. Mi calificación para este Alión en su añada de 2011 es de un 96 sobre 100.
miércoles, 15 de julio de 2015
Tilenus 2011
El origen de la misma procede de 1999 cuando la familia Frías decidió recuperar una antigua lechería en la pedanía de Dehesas para albergar allí las instalaciones de Bodegas Estefanía. En un entorno ideal para el cultivo de la mencía, con suelos arcillosos y una altitud de entre 600 y 700 metros, maduran unas uvas con alto poder de concentración debido a una bajísima producción de las cepas de entre 40 y 60 años de las que proceden. Apenas 1,2 kilos de fruto por cepa que garantizan toda la expresión y frescura de esta variedad.
Hablamos, por tanto, de un monovarietal de mencía que ha recibido una crianza de entre 8 y 12 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate con ribete cereza, de media capa y lágrima fina, abundante y densa.
En nariz se muestra intenso, frutoso y mineral. Entrega notas de fresas, frambuesas, arcilla, regaliz dulce, mantequilla fresca y un marcado matiz balsámico.
En boca posee una entrada potente y fresca, muy frutal, mostrando una buena acidez junto a unos taninos aterciopelados. Notas de cerezas, fresas, guindas en licor y un ligero matiz mineral dan paso a una retronasal que nos habla de regaliz, especias y madera fresca. Final de largo recorrido y persistencia media.
Por unos 9€ podemos disfrutar de una mencía bien hecha, con raza, que nos habla de todas las grandes virtudes de la tierra de la que procede. Marida bien con carnes blancas y rojas a la parrilla y embutidos de la zona. Mi calificación para este Tilenus en su añada de 2011 es de un 91 sobre 100.
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