A esto hay que añadir la ayuda recibida por el enólogo y actual propietario de la bodega, Philippe Mengin de parte del prestigioso consultor Michel Rolland, culpable de todo tipo de proyectos vinícolas a lo largo y ancho del mundo. Según sus propias palabras para que un vino sea bueno debe estar concebido por Michel Rolland. No voy a poner en jaque a semejante personaje pero tengo que decir que ya he tenido un par de encuentros con algunas de sus "creaciones" y no me han parecido gran cosa. Este Heritage 2011 no es la excepción de la regla, aún mostrándose fino y bien hecho dista mucho de la calidad que se le presume a un vino de su altura económica.
Se trata, así, de un coupage de merlot (90%) y cabernet sauvignon (10%) que ha recibido una crianza de 16 meses en barricas de roble francés.
A la vista presenta un color granate oscuro con ribete cereza, de capa media y lágrima gruesa, transparente y de media densidad.
En nariz se muestra intenso y frutoso. Notas de cerezas, moras, arándanos, membrillo, melocotón en almíbar y chocolate completan su perfil aromático.
En boca posee una entrada redonda, honesta, aunque algo vacua y con un nivel de acidez bajo para su juventud. Presenta unos taninos maduros. Suave y delicado entrega notas de confitura de moras, guindas y macedonia de frutas. La retronasal nos habla de cerezas maduras, especias y buena madera. Final de medio recorrido y buena persistencia.
Por unos 30€ se puede disfrutar de este Burdeos algo vacuo y poco trascendente en boca aunque con una excelente fase olfativa y toda la finura de los vinos de la zona. Abstenerse amantes del cabernet ya que este vino rebosa merlot por los cinco costados (para mi disgusto). Marida bien con ensaladas templadas, pasta fresca, y carnes blancas a la plancha. Mi calificación para este Château Lafitte Heritage en su añada de 2011 es de un 90 sobre 100.
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